Andalucistas y populares se enrocan y votan contra el borrador del Estatuto

A un lado se situó la izquierda; a otro, el centro derecha y los andalucistas. La Comisión de Desarrollo Estatutario aprobó ayer, con los votos de PSOE e IU, el dictamen de la ponencia para la reforma del Estatuto de Autonomía, que hoy se traducirá en la inscripción en el Registro del Parlamento de la proposición de ley de modificación. Andalucistas y populares rechazaron el texto en el que se incorporan sus votos particulares y no aclararon si también votarán en contra de su toma en consideración.

El proceso de reforma entra ahora en un terreno de plazos, calendario, tramitaciones y negociaciones sin luz y taquígrafos en el que nada es definitivo y lo que se afirma no es lo que parece que se afirma. De las intervenciones oídas ayer en la comisión se desprendió un endurecimiento de los discursos del PP y del PA, aunque los populares -que entran con la misma facilidad que salen del debate estatutario- dejaron una puerta abierta al consenso. "El voto negativo al informe de la ponencia siempre será un voto de esperanza a que ustedes

rectifiquen", dijo Antonio Sanz (PP). Minutos antes aseguró que el texto "no respeta la Constitución" y es fruto de un pacto "excluyente".

Ninguna puerta al acuerdo abrió el representante andalucista, que enarboló la bandera del "agravio" con Cataluña tras el acuerdo entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de CiU, Artur Mas, sobre el Estatuto catalán, especialmente, por lo que se refiere al "reconocimiento del hecho nacional" de esa comunidad. "El PA no puede acceder a un pretendido consenso que es una claudicación", afirmó Ildefonso Dell'Olmo (PA). Este dirigente afirmó el pasado 29 de diciembre, tras firmar un acuerdo sobre el título de competencias, que al PA le ha había tocado "tirar del techo del Estatuto".

En contra de lo acordado, PP y PA -que abandonaron la ponencia por el "agravio" catalán- no firmaron el informe del dictamen en el que se recogen el texto articulado y los 320 votos particulares de los grupos (181 del PP, 100 de IU y 39 del PA). La duda que se plantea ahora es qué van a hacer en el pleno de la toma en consideración de la proposición el próximo día 16, en el que lo que se decide no es el contenido del texto, sino que se permita su tramitación. Lo lógico es que conservadores y andalucistas se abstengan, por cuanto un voto negativo se interpretaría como un no a la propia reforma. "Ya veremos que hacemos, todavía quedan dos semanas", dijo Sanz, quien está a la espera de algún "gesto" del PSOE. "No se ha excluido ninguna de las tres posibilidades [sí, no o la abstención]. La ejecutiva del PA tomará una decisión uno o dos días antes", aseguró Dell'Olmo. Este partido también aguarda un señal de los socialistas.

El éxito de la toma en consideración está garantizada por los votos del PSOE y de IU, que ya en su día acordaron dejar para el final la redacción del preámbulo del Estatuto, una carta que pesará mucho en las negociaciones.

IU hizo valer el ser el único grupo de la oposición que rubrica el texto. "Somos imprescindibles", dijo su ponente Antonio Romero, quien reiteró el "apoyo crítico" a la proposición. "Es un nuevo Estatuto y no una reforma tímida", concluyó.

El portavoz socialista, Manuel Gracia, reprochó al PA que su principal argumento para rechazar el texto hubiera sido Cataluña lo que revela, a su juicio, "un permanente complejo de inferioridad". Acusó al PP de cambiar de estrategia por razones ajenas a Andalucía y se mostró "moderadamente satisfecho" de los trabajos que han hecho posible "un texto de todos". "Es la hora de que estemos a la altura de las circunstancias, sin exclusiones y vetos", afirmó en tono componedor.