Putin quiere un régimen presidencial fuerte en Rusia

El mandatario ruso, Vladímir Putin, se pronunció ayer a favor de un "poder presidencial fuerte" en su país, en tanto se desarrolla la economía y se consolida el Estado, e indicó que los partidos deberán recorrer un largo trecho antes de formar gobierno en Rusia. En opinión de Putin, resultaría "irresponsable" hablar de un "gobierno de partido" en las condiciones actuales, cuando "aún no se han formado partidos políticos estables de carácter estatal".

"En el futuro, todo es posible, pero en mi opinión esto (un gobierno de partido) debe ser un tema que analicen las generaciones venideras", señaló el presidente en el Kremlin ante cerca de mil periodistas que participaron en una conferencia de prensa de tres horas y media, dos de las cuales fueron televisadas en directo a todo el país.

Las próximas elecciones legislativas en Rusia tendrán lugar en 2007. Y Rusia Unida (RU), el partido de los seguidores de Putin, controla hoy la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento) con una mayoría absoluta.

Putin reabrió ayer las conjeturas sobre su futuro tras el fin de su segundo y último mandato presidencial en 2008. "Difícilmente podría dirigir una empresa. No me siento empresario ni por carácter ni por mi experiencia vital anterior", dijo, saliendo al paso de las especulaciones sobre la posibilidad de que pase a dirigir un gran consorcio como Gazprom, si se retira de la política.

A pesar del contraste entre su gestión y la de Borís Yeltsin, el presidente elogió a su predecesor al frente del Estado, que hoy cumple 75 años. "Se puede opinar como se quiera sobre su gestión, pero en la época en que Yeltsin dirigía Rusia, los ciudadanos recibieron la libertad, y ése es su gran mérito".

Refiriéndose al desenmascaramiento de varios espías británicos que actuaban bajo cobertura diplomática, Putin dijo que no tenía intención de echarlos, y afirmó que los países extranjeros no deben utilizar las organizaciones no gubernamentales para sus fines políticos. Putin apoyó a las ONG como forma de control sobre las estructuras del Estado, pero señaló que no deben ser "dirigidas por titiriteros del extranjero" y deben tener una financiación transparente.