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El consejo para la paz vasco arranca sin el apoyo de la oposición

Ibarretxe busca recobrar la iniciativa tras el rechazo de su plan

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha elegido el día de hoy, aniversario del rechazo de su plan en el Congreso, para crear un consejo político con EA y EB en el seno de su Gobierno. Desvanecido su proyecto tras las elecciones de abril, Ibarretxe busca ahora dejar su impronta en un plan de paz y reconciliación y en un pacto sobre el "derecho a decidir" impulsado por ese consejo, que la oposición rechaza.

El que fue argumento de todo un mandato (2001-2005) de Ibarretxe, el plan que llevó su nombre, ha desaparecido por completo del debate político vasco, cuando se cumple hoy un año de su rechazo en el Congreso. Ibarretxe ha elegido la fecha para crear un consejo político en el seno de su Gobierno con sus socios de Eusko Alkartasuna (EA) y Ezker Batua (EB). El aniversario llega en un contexto de pérdida de protagonismo de la cuestión vasca, sustituida por la negociación del Estatuto catalán; y con la situación estancada en lo fundamental, aunque la ausencia de asesinatos y la reconducción de relaciones entre el PNV y el PSE-PSOE apunta, por primera vez desde 1998, a un cambio de ciclo.

El plan ha quedado relegado a un limbo del que nadie parece tener intención en rescatarlo. "Ni representa una alternativa intocable de futuro ni tampoco puede desterrarse al olvido, porque es una decisión que tomó el Parlamento vasco, lo mismo que en su día [1991] proclamó el derecho de autodeterminación". En esa frase puede resumirse hoy la posición oficial de la Lehendakaritza, donde se descarta un rescate institucional del proyecto.

"Lo que valen son los pactos entre diferentes, y por eso fracasó el plan Ibarretxe", opina el líder del PSE-EE, Patxi López. "Aquello se enterró doblemente: por su derrota en el Congreso y por el rechazo en las urnas, en las que la sociedad dijo que no a la imposición y a la confrontación que suponía", añade. El PP no respondió a la petición de una valoración.

Sólo EA sigue reivindicando el plan Ibarretxe como "la base de mínimos para una negociación". "EA trabajará por recuperarla", dijo a este periódico su presidenta, Begoña Errazti. EB no tiene ninguna intención de hacerla suya en una mesa de partidos, a la que acudiría con propuesta propia. Su líder, Javier Madrazo, considera más urgente "un acuerdo sobre el derecho a decidir que debatir un nuevo Estatuto".

Ni siquiera el PNV pondrá el plan Ibarretxe como tal sobre la futura mesa de partidos. Su dirección actual le ha superpuesto el documento aprobado este otoño. Aunque se recuerda en él que fue aprobado por la Cámara vasca, el PNV se somete al compromiso de lograr un consenso mayor que el de 1979, algo que precisa de las fuerzas no nacionalistas y, en la práctica, deroga el plan Ibarretxe.

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Ni el PSE, ni el PP, ni la ilegalizada Batasuna otorgan ningún papel en la negociación política al consejo que se constituye hoy, integrado por Ibarretxe y los hombres fuertes en el Gobierno de EA (Joseba Azkarraga) y EB (Javier Madrazo). El propio líder peneuvista, Josu Jon Imaz, se adelantó ayer a asegurar que ni el lehendakari ni su equipo buscan ningún protagonismo con él, y añadió que Ibarretxe y el Gobierno tendrán en una futura mesa "el papel que los partidos de común acuerdo decidan otorgarles".

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