Los Goya y su mal endémico
Los Goya han cumplido 20 años. Después de la gala de la otra noche se pueden extraer, como mínimo, dos conclusiones. Una, que los miembros de la Academia no acertaron en la elección de Obaba como posible candidata al Oscar. Prueba de ello es que la película de Armendáriz pasó totalmente desapercibida en la entrega de premios y seguramente también lo hará en las próximas nominaciones a la estatuilla de Hollywood.
Y dos, que deberán pasar por lo menos 20 años más para que la gala sea digerible.
Presentadores sin química, guiones sin gracia ni ritmo, pausas y silencios interminables, pésima realización. Son algunos de los ingredientes que hacen que esta ceremonia empeore cada año que pasa.
Quizá convenga a más de uno estar atento a lo que pase el próximo 5 de marzo en el teatro Kodak de Los Ángeles y tomar nota.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.