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Las lluvias dejan los pantanos a más del 50% de su capacidad

El deshielo y las lluvias sitúan los ríos de Girona al límite de su capacidad

Las lluvias caídas estos días han resultado un regalo para la tierra y, en la cuenca del Ter, han producido un notable incremento de las reservas de agua, pero no ha ocurrido lo mismo en la cuenca del Llobregat. Mientras que los embalses del sistema Ter (Boadella, Sau y Susqueda) han ganado casi 30 hectómetros cúbicos, los del Llobregat (La Baells, Llosa del Cavall y Sant Ponç) apenas han incrementado las reservas en cinco hectómetros cúbicos. En ambos casos, pese al aumento de estos días, las reservas globales siguen por debajo de las existentes hace un año. Los dos sistemas abastecen al área metropolitana de Barcelona.

El 30 de enero de 2005, los embalses de las cuencas internas de Cataluña acumulaban 393,7 hectómetros cúbicos, equivalentes al 56,69% de la capacidad de los pantanos. Ayer, había 382,4 hectómetros cúbicos, es decir, el 55,08%. Pese a todo, los responsables de la Agencia Catalana de Agua se mostraban optimistas. Su director, Jaume Solà, calificaba las lluvias de "formidables para la tierra", pese a que reconocía que los aguaceros caídos, en especial en Girona, sobre nieve blanda habían originado incrementos notables de los caudales en el Ter, Tordera y Muga, que habían hecho temer por algún desbordamiento. Al final no fue así.

Los embalses acumulan menos agua que hace un año, a pesar de las últimas precipitaciones
La nieve deja sin escuela a 3.798 alumnos en varias poblaciones de Tarragona y a 1.417, en otras de Lleida

Las lluvias caídas desde noviembre invitan al optimismo, afirmó Solà, ya que han caído en épocas tradicionalmente secas. Si la primavera es medianamente normal, para este verano no se prevén episodios de sequía. Con todo, Solà insistió en que no se debe bajar la guardia porque aún no hay nada solucionado.

Durante la mañana de ayer el pantano de Boadella, que hace unos meses estaba bajo mínimos, debió empezar a desaguar al rozar el 90% de su capacidad. En total se desembalsaron cuatro millones de metros cúbicos.

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En la cuenca del Llobregat, los tres embalses mantenían ayer reservas inferiores a las de hace un año, con un total acumulado de 95 hectómetros cúbicos frente a los 115 de enero de 2005. Pero si se toma como referencia el peor día de año pasado (el 12 de octubre) se observa que las reservas de este sistema se han duplicado, ya que entonces cayeron hasta los 45,98 hectómetros cúbicos. En su conjunto, el sistema Llobregat se halla al 44,6%. En octubre estaba al 21,5% y hace un año al 54,2%.

En los pantanos orientales, los vinculados al Muga y el Ter, las cosas sí han mejorado de forma muy notable. Boadella rozaba el lleno. Sau, que se acercó a los mínimos al ser parcialmente desembalsado en el de Susqueda, y que en octubre almacenaba sólo un 15% de su capacidad, estaba ayer al 41%. Hace un año, no obstante, se hallaba al 58,9%. Una situación inversa es la que se registraba en Susqueda. Hace un año este embalse estaba al 56% y cayó hasta el 42% en el peor momento de la sequía, el pasado octubre. Ayer, no obstante, alcanzó una cifra del 64,7%. En total, no obstante, el sistema Ter-Muga tenía ayer 219 hectómetros cúbicos frente a los 229 de hace un año.

Por otra parte, el temporal dejó ayer sin escuela a más de 5.200 estudiantes, sobre todo en las provincias de Tarragona y Lleida.

La nieve, la niebla y el hielo se convirtieron en una pesadilla para los automovilistas en muchas carreteras, especialmente en el tramo de autovía A-2 que discurre por el puerto de La Panadella. En este punto de la vía el tráfico resultó muy conflictivo por la mañana, en unos casos por las placas de hielo que había en el asfalto y en otros por los cinco accidentes que se registraron en apenas dos kilómetros, en uno de los cuales se vieron implicados hasta siete vehículos con el resultado de un herido grave. Por este motivo, la circulación fue desviada en Cervera por el Eix Transversal. En Lleida sólo continuaban ayer dos vías cerradas al tráfico, la C-1212, en Ponts (Noguera), y la C-28, en Naut Aran, a su paso por el puerto de la Bonaigua. En otras 50 carreteras locales era obligatorio el uso de cadenas.Los servicios de emergencia permanecieron ayer alerta vigilando el curso de ríos y arroyos de las comarcas del Alt Empordà, Baix Empordà, Garrotxa, Pla de l'Estany y Ripollès en previsión de posibles desbordamientos. Ríos como el Fluvià, Muga, Ter y Tordera bajaban ayer con un gran caudal de agua, al igual que sus afluentes. El deshielo de las nieves acumuladas en las últimas semanas en algunas zonas montañosas, como la sierra de la Albera, unido a las intensas lluvias de las últimas 24 horas, han dejado los ríos al límite de su capacidad. Incluso en la ciudad de Girona, el caudal del Onyar se incrementó considerablemente hasta abarcar todo su cauce, circunstancia que sucede raramente, informa Gerard Bagué.

- Girona. La Generalitat mantuvo durante todo el día de ayer activado en Plan Inuncat en la mayoría de las comarcas de Girona, puesto que las previsiones meteorológicas señalaban que las lluvias tendrían continuidad hasta hoy y podían provocar acumulaciones de más de 100 milímetros de agua en 24 horas. En la mayoría de los municipios con pasos de vehículos y viandantes a través del curso de estos ríos, en los que una crecida súbita podría entrañar peligro, los vados fueron señalizados con carteles de prohibición. Los bomberos pidieron que se evitaran las proximidades de ríos y arroyos que actúan como cauce de las aguas.

La Garrotxa fue una de las comarcas con mayores afectaciones, que en algunos casos originaron leves desbordamientos, aunque las afectaciones viarias fueron mínimas. La carretera C-17 permanecía ayer cortada a la altura de la Collada de Toses, en el Ripollès. También en esta comarca de montaña, principalmente a causa de la nieve acumulada en el Pirineo, algunos arroyos salieron de sus cauces.

Casi toda la flota pesquera de la Costa Brava permaneció en sus puertos. Todos los centros escolares de Girona abrieron sus puertas con normalidad y no se suspendió el servicio de transporte escolar.

- Cataluña central. La zona central de Cataluña recupera progresivamente la normalidad tras la nevada. Las carreteras eran ayer todas transitables, aunque se suceden los desprendimientos de rocas y, en algunos tramos, hay peligro por la presencia de placas de hielo. A primera hora, la normalidad aún no era absoluta y esto provocó que unos 300 alumnos de la comarca de la Anoia no pudiesen asistir aún a sus centros educativos. También se suspendieron algunos de los primeros autobuses de transporte comarcal, informa Enric Badia.

Las principales incidencias de ayer se encontraban en los bosques del Bages y del Solsonès. Los pinos, principalmente, no resistieron y cedieron ante el peso de la nieve en su ramaje. Los árboles caídos sobre las líneas eléctricas y de teléfono provocaron que las empresas que trabajan para Fecsa-Endesa se emplearan a fondo retirando ramas y árboles durante todo el día de ayer. No hubo interrupciones del suministro de importancia.

Y ayer también pudieron comunicarse los vecinos de Tuixén (Alt Urgell) que habían estado incomunicados desde el sábado sin que nadie se acercase al pueblo para limpiar la carretera. Los del pequeño municipio de Gósol (Berguedà) también estuvieron incomunidos hasta el domingo.

- Montserrat. El acceso al monasterio de Montserrat sólo se pudo completar hasta ayer a través del aéreo. Ferrocarrils de la Generalitat precisará de varios días para poder retirar las rocas que invaden parte de la vía y sanear las paredes para evitar nuevos desprendimientos. En la carretera, cerca de la zona de las barreras del aparcamiento, la situación era similar pero se normalizó anoche.

En el Eje del Llobregat, a la altura de Guardiola de Berguedà se produjo ayer al atardecer un deslizamiento que obligó a cortar la carretera. La circulación quedó desviada por el interior de la población.

- Tarragona. Seis de las 10 comarcas tarraconenses resultaron ayer seriamente afectadas por la nevada, y un total de 3.798 alumnos no pudieron acudir a clase al suspenderse el transporte escolar. En las comarcas de Terra Alta y Ribera d'Ebre la suspensión de los autobuses afectó a todas las rutas y 2.983 escolares, según el Gobierno catalán. En el Priorat la nieve dejó a los escolares que no eran de Falset sin poder ir al colegio, algo similar a lo que ocurrió en la Conca de Barberà, donde los alumnos de las mayores localidades, como Montblanc o L'Espluga de Francolí sí que tuvieron clase. En los pequeños municipios de estas dos comarcas y del Priorat hubo un total de 815 escolares que se quedaron en casa, informa Oriol Aymí. La nieve sorprendió en las comarcas del Ebro, que no la esperaban después de un domingo radiante durante el que se fundió la que había caído el sábado. En la Ribera d'Ebre nevó en cotas muy bajas como Ascó -apenas a 50 metros sobre el nivel del mar- o Móra d'Ebre. Sin embargo, la nevada no afectó a las principales vías de comunicación. La carretera más importe que sufrió las consecuencias de la nieve fue la C-44, entre Hospitalet de l'Infant (Baix Camp) y Tivissa (Ribera d'Ebre), que estuvo cortada toda la mañana porque dos camiones quedaron atravesados en la calzada al resbalar por el hielo.

- Lleida. En la provincia de Lleida, 1.417 alumnos no pudieron asistir a clase ayer porque se suspendieron 78 rutas de transporte escolar, informa Lluís VisaLa mayoría de las rutas canceladas pertenecen a centros escolares de la plana de Lleida. En la Segarra, Urgell y Les Garrigues no funcionó ninguna de las líneas habituales de transporte escolar, con 340, 452 y 149 alumnos afectados. En Noguera, se suspendieron una decena de líneas y 218 alumnos no pudieron acudir a la escuela. En el Instituto de Educación Secundaria (IES) de Bellcaire se suspendieron las clases. En el Pallars Jussà, el mal tiempo obligó a cancelar 17 rutas que habitualmente utilizan 250 alumnos y en el Alt Urgell sólo se quedaron sin clase por este motivo 8 niños que utilizan la ruta Tuixén-La Seu.El temporal ha dejado importantes espesores de nieve en todas las estaciones de esquí del Pirineo, lo que garantiza una buena temporada para este deporte. Sin embargo, en la zona existe un elevado riesgo de aludes y se aconseja no practicar ninguna actividad de montaña fuera de las pistas señalizadas

El pantano de Sau, ayer, tras haber recuperado buena parte del agua perdida durante la sequía.
El pantano de Sau, ayer, tras haber recuperado buena parte del agua perdida durante la sequía.ALBERT ALEMANY

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