El gran escándalo

Cada día que pasa aún más me doy cuenta de la trama-trampa que unos cuantos desalmados, con la colaboración de algunos policías y otros, quisieron conseguir. El único propósito era desbancar al equipo de gobierno de Camas y a su alcalde, Agustín Pavón.

Cada día que pasa me hago más preguntas que no consigo entender: ¿Por qué nos tuvieron retenidos e incomunicados más de 32 horas en una comisaría y con un trato vejatorio e inhumano de tiempos nazis? Y ello a pesar de que somos personas que siempre hemos hecho el bien a los demás, con un historial intachable en lo político y en lo humano.

¿No hubiese sido más correcto, tras la denuncia, llamarnos a declarar, como ocurre en la mayoría de los casos, siendo estos incluso de mayor importancia y trascendencia? La respuesta es aún más clara y evidente: era el momento de formar un gran escándalo político para conseguir el principal objetivo, la alcaldía de Camas y su gobierno.

Había que aprovechar la oportunidad, porque dicen que a la tercera va la vencida. En la primera, no consiguieron evitar el pacto de gobierno PP-IU. Con la segunda, no prosperó la moción de censura con las tránsfugas Lobo y Larrinaga. Y en la tercera no han faltado trampas, presión mediática, abusos, policías, socialistas, poder, mentira, engaños, influencias, violaciones de derechos, extorsión... Había que echar toda la leña al fuego para conseguirlo. Aún así, tampoco lo lograron porque se encontraron con un grupo de concejales integrado por diez hombres y mujeres aún más unidos por Camas y contra las injusticias, que decidimos, con más empuje que nunca, seguir adelante.

Sólo deseo que pronto se sepa toda la verdad y que los verdaderos culpables manipuladores y maquinadores de trampas e intereses urbanísticos dejen de esconderse y de aprovechar este caso para tapar sus vergüenzas. Ojalá éstas salgan a la luz cuanto antes.