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Satisfacción en las ONG por el futuro Estatuto del Cooperante

El anteproyecto del Estatuto del Cooperante ha tenido en general buena acogida entre las ONG que lo recibieron la semana pasada. "Ya era hora", ha sido una frase repetida por los diferentes miembros de las organizaciones consultados que, desde la aprobación en 1998 de la Ley de Cooperación, echaban de menos que cristalizara la idea de este estatuto. El proyecto de estatuto, que en pocas semanas pasará a ser discutido en el Congreso según los planes de la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín, contempla la creación de un seguro estatal para los cooperantes en el extranjero, así como beneficios laborales que les equiparan con otros trabajadores que desempeñan su labor fuera de España.

"Este estatuto desarrolla las medidas que permiten que exista un marco de protección social, laboral y fiscal para los cooperantes, con lo que se fomenta la incorporación de profesionales", describió Félix Fuentenebro, de la Junta directiva de la Coordinadora de ONG de Desarrollo, que ha aglutinado la participación de los representantes de estas organizaciones en la elaboración de este borrador. "Responde a lo que veníamos reclamando desde hace mucho tiempo", dijo. En la misma línea se manifestaron representantes de Intermón Oxfam y de Cáritas. Robert Good, director de Recursos Humanos de Acción contra el Hambre, también dio "la bienvenida" a este texto. "Significa la profesionalización del sector en el mejor sentido de la palabra", opinó, "ahora podemos atraer y retener durante tres o cinco años a profesionales que antes no se decidían porque no estaba claro el tema de su reinserción laboral al regresar". "Al final la cooperación depende de la calidad: con profesionales de calidad, obtienes resultados de calidad", subrayó Good.

"Condición atípica"

Algunas ONG de ámbito trasnacional, como Médicos Sin Fronteras (MSF) o Médicos del Mundo, echan de menos más flexibilidad dada la "condición atípica" de la labor del cooperante. "La nuestra es la organización con más volumen de personal expatriado, unos 600 al año, muchos en rotación", dijo Consuelo López Zurriaga, responsable de Relaciones Externas de MSF, "y si nos ajustamos al estatuto se generaría mucha carga burocrática". "Nosotros no nos acogeríamos a ese seguro, porque MSF contrata pólizas internacionales colectivas para los cooperantes que provienen de los distintos países", explicó.

Desde Médicos del Mundo, Ricardo Angora, de la Junta Directiva y él mismo cooperante, pidió flexibilidad "en los periodos mínimos de cotización para la compensación por desempleo y que, si el cooperante vuelve por enfermedad, se le considere de baja y no que se le incorpore al paro". Desde Cruz Roja, Joaquín López Sánchez propuso que "el Estado ayude en la educación de los hijos de los cooperantes en el extranjero". Carlos Cortés, responsable de Recursos Humanos de Ayuda en Acción, apuntó que los cooperantes necesitan también "un régimen fiscal especial".

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