Sadam Husein llama traidor al nuevo juez y se marcha del tribunal que lo juzga en Irak
El magistrado expulsó a los abogados defensores y los sustituyó por letrados de oficio
La reanudación del proceso contra Sadam Husein acabó ayer en trifulca. Uno de los acusados fue expulsado de la sala, la mitad de los abogados defensores se marcharon en protesta y el juez ordenó sustituirlos por otros de oficio, que fueron rechazados por sus clientes. El ex dictador iraquí mantuvo un duro intercambio verbal con el nuevo presidente del tribunal, el juez Rauf Abdel Rahman, antes de marcharse también. El magistrado asumía ayer el puesto en sustitución de Rizgar Amin, que dimitió a principios de mes por presiones del Gobierno iraquí, que le consideraba demasiado blando.
El nuevo juez, el kurdo Abdel Rahman, adoptó desde el primer instante una actitud intransigente, alejada de su antecesor. Nada más iniciarse la vista advirtió de que no aceptaría discursos políticos en vez de respuestas. Cuando Barzan al Tikriti, ex jefe de los servicios secretos y hermanastro del ex dictador, se quejó del tratamiento médico que recibe (está enfermo de cáncer) fue expulsado. Éste, antes de salir de la sala, gritó al juez: "Este tribunal es el hijo de una puta".
La mitad de los abogados defensores de Sadam Husein y de los otros siete acusados por la muerte de 143 civiles chiíes en la aldea de Dujail en 1982, ejecutados en represalia por un atentado fallido contra Husein (el primer caso que se juzga y por el que podrían ser condenados a la horca), se levantaron y se marcharon tras Al Tikriti. El magistrado les advirtió: "El letrado que salga de esta sala no podrá volver a entrar". Y ordenó de inmediato su sustitución por otros de oficio, que fueron rechazados por los acusados. Sadam Husein, vestido con un traje oscuro y camisa blanca abotonada hasta el cuello, gritó: "¡Abajo los americanos! ¡Abajo los traidores!". Y a continuación dijo que quería marcharse y ser juzgado en ausencia. Abdel Rahman replicó: "Soy el juez, usted el acusado y hará lo que yo le ordene". "¡Quiero marcharme de aquí!", respondió el ex dictador en un tono cada vez más encendido en el que reprendió al juez por abusar de sus derechos y por tratarle como si ya estuviera demostrada su culpabilidad.
El juez le conminó a sentarse en el banquillo y para ello solicitó la ayuda de dos vigilantes. Sadam, cada vez más molesto, insultó al magistrado hasta que éste lo expulsó haciéndose acompañar con un movimiento despreciativo de la mano derecha. "He gobernado este país y su vida durante 35 años ¿y ahora me está diciendo que me vaya?", gritó el ex dictador.
Otros dos acusados, el ex vicepresidente Taha Yasin Ramadán y Awad Hamed al Bandar, el juez que dictó las penas de muerte contra 143 residentes de Dujail, rechazaron a sus nuevos defensores y abandonaron la sala. La vista fue suspendida hasta el miércoles.
El ex fiscal general de Estados Unidos, Ramsey Clark, que forma parte del equipo defensor de Sadam Husein, dijo ayer que el tribunal que juzga a su cliente es "ilegal" y pidió que el proceso sea trasladado fuera de Irak. "Ahora los acusados están sin sus abogados. Es un error jurídico, pues es su derecho escoger quién les va a defender en un juicio", dijo Clark.
Ataques anticristianos
Por otra parte, varios coches bomba explotaron ayer en el exterior de la Embajada vaticana y en varias iglesias cristianas de Bagdad y Kirkuk, en el norte, causando nueve heridos. Al menos cuatro personas murieron en la ciudad petrolera en el atentado contra una iglesia ortodoxa. El ataque, en apariencia coordinado, se produjo en un espacio de tiempo de 20 minutos, según la policía, y tiene por objetivo la minoría cristiana que representa un 3% de los 26 millones de habitantes de Irak. No es la primera vez: en agosto de 2004 al menos 12 personas perdieron la vida en atentados en Bagdad y Mosul.
A primera hora de la mañana, 10 personas perdieron la vida en un ataque en la localidad de Iskandariya, situada a 40 kilómetros al sur de la capital y habitada por chiíes. Más tarde se supo que el periodista estadounidense Bob Woodruff y su cámara, Doug Vogt, resultaron gravemente heridos en Taji, al norte del país, cuando viajaban empotrados en una unidad del Ejército iraquí que fue atacada. Woodruff es una de las estrellas de la cadena ABC. Según los médicos, ambos se encuentran estables dentro de la gravedad.
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