Lecciones contra los malos tratos

Hasta ahora sólo había visto estas cosas en películas y en televisión, pero así, de cerca, impresiona". Elena observa lo que queda de una cocina tras una discusión doméstica. Ella y sus compañeros de 4º de la ESO en el colegio madrileño de Nuestra Señora de Loreto, en el distrito de Salamanca, visitan la exposición Violencia, tolerancia cero, que ha montado en la plaza de Colón la Obra Social La Caixa. Como ellos, hasta el 20 de febrero, centenares de escolares pasarán por esta muestra que intenta "erradicar cualquier justificación a la violencia", como explica la monitora Helena Isern. "Me gustaría que os asomarais y sacarais conclusiones de lo que ha podido ocurrir", dice Helena. Los chavales, de 15 y 16 años, se acercan a la ventana: vino derramado en la mesa, platos rotos en el suelo, una silla volcada. "No sabemos entre quién ha sido la pelea, la violencia se da en toda la familia", dice la monitora.

La monitora pide a los alumnos que borren la palabra 'chivato' de sus cabezas

La exposición forma parte del programa itinerante que este año recorrerá 33 ciudades españolas y acercará el tema de los malos tratos a más de 10.000 centros escolares. "Siempre nos fijamos en la violencia si hay algún muerto, aquí queremos mostrarlo como algo cotidiano, que el espectador se meta dentro del problema", explicó Isabel Martínez, directora de Programas Sociales y Educativos de La Caixa.

Los alumnos del Loreto comentan la escena de la cocina en un pasillo con pantallas desde las que varias personas recitan artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos. En las paredes, noticias aparecidas en prensa: mucha violencia. Las chicas comentan entre sí. Los chicos observan y callan. Todos se sorprenden cuando la monitora explica que, en el entorno escolar, "muchas veces la violencia comienza por un simple mote". Varias chicas hacen memoria: "Ricitos de Caca, La Porki, Farmatint, La Pescadera, una niña que olía siempre a pescado", se atropellan Adriana, una segunda Elena, Beatriz, Marta, Mónica, Cristina e Isabel. Ahora en su clase "hay muy buen rollo": "Cuando te vas haciendo amiga de alguien ya no tienes ganas de ponerle mote".

Por fin, algunos acceden a hablar. Están en una plaza, con fuente y todo. En una ventana, una chica discute con su madre. En otra, un hombre pega un empujón a una mujer. La hija de la primera escena es la actriz Ana Fernández, y su madre, María Galiana. La película, Solas, de Benito Zambrano. El mensaje: "Desvalorización", pintado bajo la ventana. En la segunda, Luis Tosar y Laia Marull, en Te doy mis ojos. "Es horrible cuando él le pega y ella se mea encima", dice una alumna recordando el filme de Icíar Bollaín. En otras cuatro ventanas, escenas de películas españolas sobre malos tratos: El Bola, La madre, Carne Trémula o Sólo mía. "Me siento mal, ridículo", dice Jorge al reconocer que casi siempre son hombres quienes maltratan. "Todo se soluciona con las palabras, no pegándose", dice, y sus colegas Alejandro y Carlos le dan la razón.

Llegan a un aula llena de pintadas: "Llorica", "pelota", "chivato". Un vídeo describe el bulling, acoso escolar. A Pedro no le parece suficiente. El año pasado estuvo "en un colegio de los que aprueban a cualquiera" y vio de todo: "Le daban a un chaval una paliza sin que nadie hiciera nada, era normal tirarle una silla a la profesora". Y ¿lo aguantabas? "La primera semana, flipas, después te acostumbras, te haces el loco". Precisamente se trata de no aceptar la violencia como algo inevitable. "La palabra chivato... Quiero que cojáis la goma y la borréis de vuestra cabeza", dice la monitora, "si veis que alguien tiene un problema, os pido que lo contéis". Parecen casi convencidos.

Más información: 902 22 30 40. www.laCaixa.es