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Apuntes

Unos proyectos que cambian la relación entre los profesores

Ignacio Zafra

"Yo entré en la facultad en el 82, y no había hablado nunca con la profesora de Zoología", dice Lluís Pascual, profesor de Genética. El proyecto de innovación educativa que coordina obligó a Pascual a comunicarse regularmente con ella y con el resto de profesores implicados, unos 45. No sólo de su facultad, Biología, sino también con los docentes de Matemáticas y Química que imparten asignaturas en su carrera.

El modelo Bolonia pone al estudiante en el centro del sistema, pero exige un importante grado de coordinación entre los profesores. Las carreras presentan hoy múltiples "solapamientos, interconexiones y repeticiones" entre unas asignaturas y otras, admite el vicerrector de Estudios Antonio Ariño. El nuevo planteamiento pretende hacer de los títulos una unidad.

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Nueva docencia frente a nuevos alumnos

Los estudiantes del proyecto de Biología elaboran trabajos multidisciplinares. Un mismo artículo científico tiene contenidos de varias asignaturas, y su corrección corresponde por tanto a varios profesores. Las salidas al campo, que tradicionalmente se hacían separadamente, se realizan ahora con los profesores de botánica, zoología y ecología.

El profesor pasa, con el nuevo sistema, a ser un dinamizador del grupo. Ya no dedica tantas horas a dar clases magistrales (en una asignatura de siete créditos, los alumnos permanecen escuchando 40 horas en lugar de las 70 anteriores). Pero eso no significa que trabaje menos. La preparación de las clases, la búsqueda de materiales, la corrección de trabajos (que se suman a la corrección de los exámenes) y la ampliación de las tutorías lleva, según Pascual, a que los profesores más implicados dediquen hasta 60 horas semanales a la docencia.

Mayor retribución

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"Si se hace trabajar más, habrá que retribuirlo mejor", afirma Pascual, dado, además, que los incentivos económicos que los docentes reciben por investigar se basan en resultados; para cobrar la docencia, en cambio, basta con ir a clase.

En una de sus últimas visitas a Valencia, el secretario de Estado de Universidades, ex rector de la Universidad de Alicante, Salvador Ordóñez, declaró estar muy satisfecho con el número y la calidad de las iniciativas de innovación educativa que le habían presentado. Lluís Pascual considera que para que los proyectos se consoliden será necesario un esfuerzo por parte del ministerio y la consejería. "Hará falta más dinero, menos alumnos, o una mejora en la organización". "No se puede dejar todo al puro voluntarismo", concluye.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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