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FORO DE DAVOS

El secretario general de la Liga Árabe no excluye que sus miembros envíen tropas a Irak

Andrés Ortega

El secretario general de la Liga Árabe, Amer Musa, no descartó ayer en el Foro Económico Mundial el posible envío de tropas árabes a Irak, aunque es una petición que ha de salir de un "Gobierno soberano iraquí", aún no formado. Es una cuestión que ha de ser decidida únicamente entre árabes, y dependerá de las condiciones. Musa consideró que la estabilización de Irak importa a la región y al mundo entero, por lo que "estamos todos de un mismo lado".

Para el senador John McCain, el problema para la opinión pública americana no es la presencia de tropas de EE UU en Irak, sino las bajas, que se pueden reducir dejándole las labores tradicionales al nuevo Ejército y policía iraquíes.

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Con prominentes dirigentes iraquíes en el estrado, predominó la tesis oficial de que hay una división en la insurgencia en Irak. Pero, con la proyección de la sombra del integrismo de Hamás, el jeque Hamah Hammudi, presidente del Consejo de Redacción de la Constitución, explicó que el nuevo Irak respetaría las reglas islámicas, pero también la legalidad internacional en materia de derechos humanos.

Por su parte, Bill Clinton, ex presidente de EE UU, el que más trabajó por un proceso de paz en Oriente Próximo, convertido ayer en la estrella de este desvaído Foro, pidió a Hamás que renuncie a la violencia. Aunque se mostró esperanzado de que el grupo integrista palestino se comporte con responsabilidad una vez en el poder, consideró que el contribuyente americano no entendería que se diera dinero a un Gobierno que aboga por la destrucción de Israel. Pidió prudencia, y recordó que la OLP no cambió a este respecto hasta varios años después del inicio del proceso de Oslo. Lo que no es posible, añadió, es que Washington apoye elecciones, y luego diga que "no hablamos con alguna gente que no nos gusta". "Si crees en lo que haces y confías en ti mismo no debes temer hablar con nadie", dijo, unas palabras muy aplaudidas dirigidas a George Bush.

Lo ocurrido "era previsible", según explicó Clinton en un discurso más general sobre la necesidad de reducir las disparidades socioeconómicas en el mundo, pues a los que llevaron anteriormente la Administración palestina los votantes les dieron una oportunidad que no supieron utilizar. "Pueden ser una fuerza eficaz si logran para su pueblo lo que sus alcaldes han conseguido y se les ve como responsables y no violentos", añadió estableciendo un posible paralelismo entre Hamás y el caso irlandés del Sinn Fein. Para el presidente Karzai de Afganistán, hay que respetar "la voluntad libremente expresada" del pueblo palestino, esperar que Hamás acabe buscando una paz con Israel, y que éste asuma que un Estado palestino tiene que hacerse realidad.

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Para Ghassan Salamé, profesor del Instituto de Estudios Políticos en París, lo ocurrido es una "buena noticia" para la democracia, aunque "pedir lo imposible [que Hamás desarme a Al Fatah] puede llevar al caos".

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