Francia y Alemania buscan una "vía común" para la integración europea
La UE no avanzará sin el eje franco-alemán, afirma Merkel
El presidente francés, Jacques Chirac, y la canciller alemana, Angela Merkel, evitaron ayer mostrar cualquier tipo de desacuerdo, tal vez con la excepción de una cuestión doméstica: la demanda francesa de una reducción del IVA en el sector de la restauración, a la que Berlín se opone. Francia y Alemania siguen siendo el motor de Europa, dijeron ambos mandatarios, y si no funciona, Europa tampoco marcha.
Y la doctrina nuclear francesa que Chirac pareció reformular la semana pasada ampliando sus objetivos a los Estados terroristas, en realidad no ha cambiado, sólo "ha sido recordada en funcion de los nuevos retos de los nuevos tiempos", según el presidente. Y Merkel dijo estar completamente de acuerdo. "No hay nada que criticar", zanjó.
Chirac y Merkel pasaron de puntillas sobre las divergencias que se habían perfilado en cuanto a la estrategia para el relanzamiento del proceso europeo, paralizado tras el rechazo en referéndum por franceses y holandeses del proyecto de Carta Magna. Ayer, ambos mandatarios indicaron que trabajan para presentar "una vía común" que presentarán en el consejo europeo de junio que cerrará la presidencia austríaca. "Si Francia y Alemania no son el motor de Europa, Europa no avanzará", dijo Merkel. Chirac, por su parte, propuso "una mejora del funcionamiento de las instituciones en el marco de los tratados ya existentes", especialmente en el campo de la política exterior y de justicia de la UE, así como de "una estrategia global para la ampliación".
El mensaje a los ciudadanos europeos es que el primer paso para reemprender la marcha ya se dio en diciembre al aprobar el presupuesto de la ampliación; el siguiente paso es redefinir las prioridades "aportando soluciones a los problemas de los ciudadanos". Chirac avanzó que habrá propuestas sobre empleo y sobre todo en la integración de los jóvenes, la investigación y el desarrollo, en la energía, en la demografía, en las universidades, la gestión de flujos migratorios, y también sobre problemas específicos como la epidemia de gripe aviar.
Sobre su polémico discurso en torno a la doctrina de la fuerza nuclear francesa, que en Alemania ha tenido un impacto muy negativo, Chirac dio ayer un paso atrás. "Nadie en Alemania debe inquietarse lo más mínimo", dijo, "nuestra fuerza nuclear no es un arma de batalla". "La doctrina nuclear francesa no ha cambiado", añadió, "la disuasión sigue siendo un seguro de vida para nuestros intereses vitales y los de los europeos". Chirac evitó responder a la pregunta de si podría usar la force de frappe contra Irán si el régimen de Teherán sigue adelante con su desafío de dotarse de armas nucleares, un tema en el que ambos políticos se mostraron firmes pero sin acentuar su agresividad.
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