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Entrevista:ÁNGEL GURRÍA | Secretario general electo de la OCDE

"El mercado da poco margen de libertad en América Latina"

Ángel Gurría (55 años), ex ministro de Hacienda de México durante la famosa crisis del tequila en 1994, asumirá el cargo de secretario general de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) el próximo mes de junio. El pasado lunes, Gurría, de ascendencia vasca, llegó a París para tomar progresivamente el timón que dejará el norteamericano Donald Johnston.

Pregunta. ¿Cómo ha sido el aterrizaje?

Respuesta. Con mucha agenda. Debo reconocer que el Gobierno español hizo bastante a favor de mi elección, aunque Joaquín Almunia estaba obligado, como comisario europeo, a mantener la neutralidad porque la UE tenía su candidato. Ayer fue una noche maravillosa. Fuimos a una cena con Olivia de Havilland...

"Los países deben preocuparse por aumentar su competitividad relativa"

P. ¿Su nuevo fichaje?

R. No, ja, ja, ja. La actriz de Lo que el viento se llevó vive en París. Está estupenda. Muy guapetona ella a sus 89 años.

P. ¿Piensa contratarla?

R. No, hombre. Se trató de una invitación de Don Johnston, el actual secretario general, a quien sustituiré el próximo junio. Son amigos. Fue un encuentro social fascinante. Como ver la pirámide de Keops.

P. Dos países de América Latina -Chile y Brasil- son firmes candidatos a entrar en la OCDE. ¿Cómo ve la situación política y económica en la región? ¿Le preocupa que con la victoria de Michelle Bachelet en Chile se consolidan allí las posiciones socialdemócratas y de izquierda?

R. La victoria de Michelle Bachelet estaba bastante cantada y refleja, en mi opinión, el buen papel que cumplió el presidente Ricardo Lagos. Es una prueba de lo que da de sí un socialismo moderno, de perfil europeo, con una preocupación por la pobreza de una gran parte de la población, que es una de las grandes asignaturas pendientes en América Latina. Bachelet representa, pues, un modelo importante. Y para muchos es el modelo a aplicar.

P. ¿Frente al de Hugo Chávez en Venezuela o el que se presume que pondrá en práctica Evo Morales en Bolivia?

R. En América Latina existe una distribución regresiva de la riqueza. Corregir esta situación es un reto enorme. Para ello no tenemos más que una receta: el crecimiento económico y a través de él la creación de empleo.

P. Hablemos en plata...

R. Es un error colocar a todos estos nuevos gobiernos en la misma longitud de onda. Cada país es diferente. Vuelvo a citar al presidente chileno Ricardo Lagos. Es un modelo que los mercados financieros están señalando como modelo deseable. Y hay otros casos como el del presidente electo de Bolivia, Evo Morales, cuyo discurso político fue muy estridente durante la campaña electoral y ahora ha mostrado, durante su visita a Madrid y París, mayor conciencia del entorno internacional y de las relaciones que mantiene Bolivia. Me refiero, por ejemplo, a las inversiones extranjeras de las cuales tiene tanta necesidad. Llegas, por tanto, a una conclusión: hay que ver los hechos más que guiarse por los discursos. Porque la verdad es que el mercado te deja pocos grados de libertad...

P. Llega usted de México, ¿cuál es su visión de la situación económica europea?

R. Europa representa la zona de países industriales de menor vigor relativo. Se advierte ahora un repunte del índice de confianza en Alemania y hay esperanza de que, una vez despejada la situación política allí, la economía pueda finalmente despegar. Y el comportamiento de Europa depende en gran medida de la reacción de Alemania, Francia e Inglaterra. Dicho esto, hay países como España, que están creciendo al doble de la media europea, reflejando una política macroeconómica adecuada. Estados Unidos y China, por otra parte, siguen creciendo con fuerza. Y la locomotora japonesa, parece, ya está tirando otra vez. El 2006 será un buen año, en línea con el 4%, aproximadamente, de 2005.

P. ¿Y los tipos?

R. Todos tenemos presente la reciente discusión entre la OCDE y el Banco Central Europeo (BCE) en el mes de noviembre, cuando se anunciaba la subida de los tipos de interés un cuarto de punto hasta el 2,25%. La OCDE sostenía que la recuperación era aún precaria. El BCE decía: no vamos a iniciar un proceso de subidas como Alan Greenspan en la Reserva Federal de EE UU, subiremos una vez en varios años como una señal de que estamos vigilando las tensiones inflacionistas.

P. ¿Los desequilibrios son insostenibles?

R. Los grandes países industriales están con problemas fiscales importantes. En Europa, países como Alemania y Francia no cumplen los criterios. En Estados Unidos, las esperanzas de un enderezamiento del déficit fiscal se están viendo frustradas.

P. Existen otros riesgos.

R. Los acreedores Japón, China, los países asiáticos están acumulando una cantidad enorme de dólares y, obviamente, existe un límite a esa acumulación. Además, los déficit como el fiscal, cuenta corriente, comercio, petróleo y tipos de interés son elementos de riesgo nuevos que podríamos llamar de carácter sistémico. Y después están las opciones de tipo nacional, sobre esto no se puede generalizar. Los países deben preocuparse por aumentar su competitividad relativa.

P. ¿Estos riesgos le retrotraen, aunque de manera lejana, el fantasma de la crisis del tequila, a principios de los años noventa?

R. Yo creo que ese tipo de crisis ya no se van a dar de la misma forma, incluso en el caso de que tengamos problemas. La situación es muy diferente. Hoy tenemos tipos de cambio flotantes. Y los países importantes de América Latina, como Argentina, Brasil y México, tienen grandes reservas. Ahora los retos son crecimiento sostenido, empleos bien remunerados en presencia de un incremento de la productividad y la competitividad.

Ángel Gurría.
Ángel Gurría.DANIEL MORDZINSKI

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