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Reportaje:

Ciberespías de la Costa del Sol

Un 'hacker' malagueño ataca un ordenador de una base naval de EE UU

Fernando J. Pérez

David (nombre ficticio), de 19 años y nacionalidad española, no había nacido aún cuando se estrenó la película Juegos de guerra (1983), en la que un pirata informático está a punto de desencadenar una guerra termonuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Sin embargo, este joven malagueño ha puesto en un serio brete a los responsables de seguridad informática de la Armada estadounidense al acceder y manipular desde Internet una computadora de la base naval de Point Loma, en San Diego (California). Con su actuación, David "comprometió gravemente tanto el correcto funcionamiento como la seguridad de un dique seco de mantenimiento de submarinos nucleares", según una nota de la Guardia Civil, cuyos agentes de la unidad de ciberterrorismo detuvieron al joven el miércoles 11 de enero.

El pirata informático puso en peligro la seguridad de un dique seco para submarinos nucleares

La base naval de Point Loma es de vital importancia para la Marina norteamericana. En ella tienen su base las jefaturas de la Tercera Flota, que opera en los océanos Pacífico occidental e Índico, y del escuadrón de submarinos 11, entre otras. Además, sus diques acogen seis submarinos de ataque.

La operación de la Guardia Civil -bautizada con el nombre de Navy- se puso en marcha cuando efectivos de la seguridad informática de la Armada de EE UU detectaron un acceso no autorizado al ordenador de Point Loma. En ese momento los responsables informáticos dieron parte al Servicio de Investigación Criminal de la Marina (NCIS, en sus siglas en inglés). Este organismo de contraespionaje naval fue el que averiguó que el ataque se había producido desde un ordenador en España, concretamente de la provincia de Málaga. La Embajada de EE UU en Madrid interpuso una denuncia que fue la que dio pie a la investigación del instituto armado. A pesar del revuelo formado al otro lado del Atlántico, fuentes de la Guardia Civil creen que David es un ciberdelincuente "de poca monta".

La misma actuación policial ha servido, según la Guardia Civil, para desmantelar un grupo dedicado a burlar los sistemas de seguridad informáticos a través de Internet para utilizar la información "con fines ilegítimos". Cuatro personas residentes en distintas provincias españolas han declarado como testigos en relación con el ataque cibernético a la base estadounidense. Las acciones supuestamente realizadas por este grupo han causado un daño valorado en 500.000 dólares (más de 412.000 euros). Además se ha sabido que los piratas informáticos habían dejado en evidencia los mecanismos de protección de "más de un centenar de sistemas informáticos". David ha sido puesto a disposición de la Audiencia Nacional, según fuentes policiales.

No es la primera vez que los equipos informáticos de la base naval de Point Loma y del Departamento de Defensa de EE UU sucumben a un ataque de cibergamberros. En marzo de 1998 un ataque a través de la Red a los ordenadores que usaban Windows 95 y Windows NT como sistema operativo, y en el que se vieron afectados, entre otros, los ordenadores de la NASA o de la Universidad de Berkeley, provocó los temidos mensajes de error fatal en las computadoras de la instalación militar estadounidense. Además el pasado mes de mayo Raymond Paul Steigerwalt, un hombre de 21 años del Estado de Indiana, fue condenado a un año y nueve meses de prisión por introducir un virus informático que le permitió controlar la información de al menos dos ordenadores del Pentágono.

Instalaciones en Madrid del grupo de delitos de altas tecnologías de la Guardia Civil.
Instalaciones en Madrid del grupo de delitos de altas tecnologías de la Guardia Civil.LUIS MAGÁN

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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