La Sindicatura atribuye a Valencia el alza de la mitad de la deuda municipal en 2003

La necesidad de financiación del Ayuntamiento de Valencia en el ejercicio 2003 se elevó a 62 millones de euros, de acuerdo con un novedoso concepto acuñado por por la Sindicatura de Comptes que identifica el recurso al crédito ajeno para cumplir con las obligaciones municipales y que se traduce en el alza de la deuda. La Sindicatura de Comptes remitió ayer a las Cortes el informe de fiscalización de la gestión de las entidades locales durante el ejercicio 2003, que estima las necesidades de financiación de todos los municipios valencianos en poco más de 110 millones.

La capacidad de financiación es positiva, según el último informe de fiscalización de la gestión de las entidades locales, cuando los ingresos no financieros (impuestos y transferencias de otras administraciones) cubren los gastos no financieros, es decir, los corrientes. En caso contrario es negativo.

Los ayuntamientos que se han visto obligados a recurrir a préstamos para cubrir sus gastos no financieros arrastran necesidades de financiación, algo así como un agujero estructural en sus cuentas que se traduce en el alza de la deuda. La Sindicatura estima que las necesidades de financiación de todos los ayuntamientos de la provincia de Valencia se elevan a 112 millones de euros, de los que 62 corresponden a la capital.

En la provincia de Alicante, las necesidades de financiación conjunta de todos los municipios apenas superan los cuatro millones de euros. En Castellón, por contra, los municipios acumulan una capacidad de financiación positiva que supera ligeramente los seis millones de euros, siempre según las estimaciones recogidas en el informe de la Sindicatura de Comptes relativo a la gestión municipal a lo largo de 2003.

Al margen de los agujeros estructurales, el informe apunta que los ayuntamientos valencianos acumulan un "déficit bruto" de 212 millones de euros, un índice que revela que los 481 municipios analizados no pueden acometer sus actividades corrientes sin transferencias y subvenciones.

El Síndic de Comptes detecta, además, que los fondos que manejan físicamente los ayuntamientos valencianos proceden en un 58% de préstamos, un porcentaje que revela "tensiones de tesorería" en el conjunto de las corporaciones locales.

Los ayuntamientos tardaron en pagar a sus proveedores una media de 147 días en 2003, cuatro días menos que el año anterior. Y cobraron con un retraso medio de 124 días, diez días menos que en 2002.

Cada ayuntamiento gastó una media de 1.048 euros por habitante, un dato homogéneo en las tres provincias de la Comunidad Valenciana, ya que en Alicante el gasto por habitante se situó en 1.087 euros; en Castellón, en 1.184 euros; y en Valencia, en 989 euros.

Mientras que la ejecución de las inversiones reales previstas en el conjunto de los presupuestos municipales analizados por la Sindicatura de Comptes fue inferior al 50% de los previsto a principios del ejercicio