La madre de la niña muerta tras una ortodoncia acusa al padre de secuestrarla

La muerte de la niña boliviana de cuatro años tras una intervención bucal en una clínica de Alicante acumula nuevas incógnitas, en este caso derivadas de su entorno familiar. La madre biológica de la pequeña Kail Xila acusa al padre de secuestrarla un año antes de viajar con ella a Elda. El progenitor, Williams Pardo, ha rechazado la acusación y asegura que la niña salió de Bolivia "con los permisos en regla".

La madre de Xila ha realizado la denuncia mediante un correo electrónico remitido a la Asociación del Defensor del Paciente (Adepa). Esta entidad ha retirado "cautelarmente" el apoyo jurídico que brindó al padre biológico de la pequeña. El progenitor ha presentado una denuncia por supuesta imprudencia médica contra la clínica, el hospital General de Alicante y el Virgen de la Arrixaca de Murcia. "Hasta que no se esclarezca lo sucedido [el supuesto secuestro] la asociación ha tomado la determinación de dejar de ejercer la defensa del padre de la niña", recoge una nota de Adepa que, no obstante, aboga por que prosiga la investigación "al tener constancia de que la muerte de la niña se produjo en circunstancias que no fueron normales".

A su llegada a Elda, en abril de 2005, Williams entregó la custodia de su hija a una familia. Los padres de acogida gestionaron la operación de Xila. Ésta fue intervenida el pasado 28 de diciembre. El odontólogo aplicó una sedación -disminución de la conciencia mediante ansiolíticos-. Al despertar, Xila entró en un cuadro epiléptico del que no se recuperó. De la clínica fue trasladada al hospital General y de éste, por falta de camas en la UCI, al Virgen de Arrixaca, donde murió el pasado día 1.

El Colegio Oficial de Odontólogos de Alicante, tras abrir un expediente informativo, mantiene que la clínica dental cumplió "todos los protocolos científicos para este tipo de intervenciones".