Valiente pincelada
Acostumbrado a hurgar en la herida del ideario político alemán, Volker Schlöndorff regresa al universo del nazismo para reflexionar con convicción sobre el papel del clero en el Luxemburgo invadido por las tropas hitlerianas.
Como Costa-Gavras en Amén (2002), aunque quizá con más ecuanimidad y algo menos de pasión y de rabia, Schlöndorff ambiciona acaparar todos los ámbitos de la institución católica, desde el sacerdocio de parroquia hasta el Papa, pasando por los ideólogos. Al mismo tiempo, utiliza el microscopio para descubrir que bajo la máscara impertérrita de ciertos nazis podía esconderse una pizca de arrepentimiento. Y, más allá, al igual que Tim Blake Nelson en La zona gris (2001), discurre sobre el comportamiento de una parte del pueblo judío que, en una conducta tan humana como terrible, buscaba en el individualismo más atroz su propia salvación. Schlöndorff lo abarca en un valiente y desequilibrado filme de poco más de hora y media; una duración que se antoja insuficiente en todo momento y que le lleva a narrar a través de secuencias muy cortas, de pequeñas pinceladas en las que se echa en falta una mínima pausa y más desarrollo.
EL NOVENO DÍA
Dirección: Volker Schlöndorff. Intérpretes: Ulrico Matthes, August Diehl, Hilmar Thate, Germain Wagner. Género: drama. Alemania, 2004. Duración: 98 minutos.