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LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO INTERNACIONAL

Alonso: "No se puede excluir que en el futuro pudieran atentar en España"

Jorge A. Rodríguez

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, había asegurado tras las últimas operaciones contra el terrorismo islamista que los detenidos no tenían intención de atentar en España. Pero tras la doble operación de ayer, no fue tan tajante. "Las fuerzas de seguridad no tienen constancia de que estos grupos fueran a cometer un atentado de forma inminente en España, pero no se puede excluir que en el futuro pudieran cometer acciones violentas en Europa, y por lo tanto también en España", dijo en la rueda de prensa que ofreció para dar cuenta de la redada ejecutada en Barcelona, Madrid y Guipúzcoa.

Las informaciones recogidas por el CNI, la Guardia Civil y la Policía ya apuntaban que el riesgo de atentado islamista seguía latente en España. Ahora, los datos obtenidos durante esta operación, así como otros "más recientes" recabados en operaciones en el exterior, han aumentado "el riesgo de amenaza terrorista que pudiera llegar a España", según fuentes de las investigaciones. De hecho, el ministro aseguró que estas dos últimas redes tenían "un grado de articulación" mayor que las anteriores.

Decidir objetivos

Los que lo tenían más fácil eran los detenidos en la llamada Operación Camaleón, entre los que hay un islamista entrenado en Afganistán (Djamel Dahmani) y otro con conocimientos en la detonación de artefactos explosivos (Redouan Ayach). Los expertos explican que este grupo, vinculado a Al Zarqaui, tenía entre sus cometidos la "acogida, alojamiento y cobertura de operativos a su regreso, así como el dar asesoramiento para la selección de acciones violentas que la dirección de Al Qaeda decidiera acometer en territorio europeo".

La mayoría de los detenidos mantenían relaciones entre sí, lo que hace concluir que estaban plenamente operativos, y, además, hacían numerosos y fugaces viajes a países considerados conflictivos. Para ello supuestamente estaban subordinados a los grupos islamistas que operan en el norte de África, fundamentalmente al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que es el que supuestamente cuenta con más elementos de sus redes logísticas asentados en España.

Los investigadores tratan de confirmar si estas redes -con ramificaciones en Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Irak y Siria- tuvieron alguna participación o relación con los atentados del 11-M. Ya se han encontrado lazos entre la rama belga y dos de los huidos del 11-M. Con esta operación, ya son 110 los islamistas detenidos en España en 2005 y este año.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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