Alonso: "No se puede excluir que en el futuro pudieran atentar en España"
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, había asegurado tras las últimas operaciones contra el terrorismo islamista que los detenidos no tenían intención de atentar en España. Pero tras la doble operación de ayer, no fue tan tajante. "Las fuerzas de seguridad no tienen constancia de que estos grupos fueran a cometer un atentado de forma inminente en España, pero no se puede excluir que en el futuro pudieran cometer acciones violentas en Europa, y por lo tanto también en España", dijo en la rueda de prensa que ofreció para dar cuenta de la redada ejecutada en Barcelona, Madrid y Guipúzcoa.
Las informaciones recogidas por el CNI, la Guardia Civil y la Policía ya apuntaban que el riesgo de atentado islamista seguía latente en España. Ahora, los datos obtenidos durante esta operación, así como otros "más recientes" recabados en operaciones en el exterior, han aumentado "el riesgo de amenaza terrorista que pudiera llegar a España", según fuentes de las investigaciones. De hecho, el ministro aseguró que estas dos últimas redes tenían "un grado de articulación" mayor que las anteriores.
Decidir objetivos
Los que lo tenían más fácil eran los detenidos en la llamada Operación Camaleón, entre los que hay un islamista entrenado en Afganistán (Djamel Dahmani) y otro con conocimientos en la detonación de artefactos explosivos (Redouan Ayach). Los expertos explican que este grupo, vinculado a Al Zarqaui, tenía entre sus cometidos la "acogida, alojamiento y cobertura de operativos a su regreso, así como el dar asesoramiento para la selección de acciones violentas que la dirección de Al Qaeda decidiera acometer en territorio europeo".
La mayoría de los detenidos mantenían relaciones entre sí, lo que hace concluir que estaban plenamente operativos, y, además, hacían numerosos y fugaces viajes a países considerados conflictivos. Para ello supuestamente estaban subordinados a los grupos islamistas que operan en el norte de África, fundamentalmente al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y al Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), que es el que supuestamente cuenta con más elementos de sus redes logísticas asentados en España.
Los investigadores tratan de confirmar si estas redes -con ramificaciones en Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Irak y Siria- tuvieron alguna participación o relación con los atentados del 11-M. Ya se han encontrado lazos entre la rama belga y dos de los huidos del 11-M. Con esta operación, ya son 110 los islamistas detenidos en España en 2005 y este año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Comandos terroristas
- Declaraciones prensa
- Detención terroristas
- Terrorismo internacional
- VIII Legislatura España
- Infraestructura terrorista
- Ministerio del Interior
- Operaciones antiterroristas
- Al Qaeda
- PSOE
- Detenciones
- Ministerios
- Legislaturas políticas
- Partidos políticos
- Lucha antiterrorista
- Gobierno
- Grupos terroristas
- Gente
- Terrorismo
- Proceso judicial
- Administración Estado
- Justicia
- Administración pública
- España
- José Antonio Alonso