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LA REFORMA DEL ESTATUTO CATALÁN La negociación

Zapatero garantiza al PSOE que no habrá un modelo propio en Cataluña

Ibarra admite que con la actual cúpula del PP no se puede pactar nada

Carlos E. Cué

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechó la primera Ejecutiva socialista del año para garantizar a su partido que no habrá un modelo de financiación especial para Cataluña. Zapatero se mostró optimista sobre la negociación y apuntó que está en la fase decisiva. Ni siquiera el extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra le llevó la contraria. Aseguró que él preferiría pactar asuntos como el modelo territorial con el PP, pero admitió que con los dirigentes actuales de la oposición "es imposible".

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El principal negociador socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ayer recibió un espaldarazo público de su líder, realizó un informe optimista sobre la negociación y explicó que hay que reconocer el déficit que ha sufrido Cataluña. Sólo Rodríguez Ibarra aprovechó para comentar, con ironía, que si eso es cierto habrá que recuperar los discursos del ex líder de CiU, Jordi Pujol, en los que explicó lo bien que había negociado tanto en 1993, con el PSOE en el Gobierno, como en 1999, con el PP. Una de dos, o entonces lo hicieron mal o ahora no tienen un déficit, vino a decir Ibarra, según varios asistentes.

Rubalcaba explicó a sus compañeros las dificultades de la negociación, a varias bandas, y apuntó que uno de los problemas consiste en los recelos entre los diversos partidos catalanes y la división en el seno de ellos, como sucede con CiU entre los dos partidos que la forman.

Zapatero tomó entonces la palabra para pedir a sus compañeros que den un margen al equipo negociador del PSOE. Aunque no marcó plazos concretos -la dirección trata de lograr un acuerdo antes del 21 de enero, fecha del próximo comité federal- sí aclaró que la negociación ha entrado en la "recta final".

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Ibarra, que ayer se reintegraba al máximo órgano del partido después de sufrir un infarto en noviembre, también quiso saber dónde estaba el límite de la negociación. Zapatero intento tranquilizar al presidente extremeño y al resto de dirigentes: cualquier reforma respetará el programa electoral del PSOE, y en ningún caso se podrá cambiar el modelo de financiación sin acuerdo de todas las autonomías. El líder de los socialistas dejó claro que no habrá un modelo especial para Cataluña, según varios asistentes.

Zapatero, que después presidió una comida con todos los miembros de la Ejecutiva, aprovechó el debate sobre el Estatuto para exponer a sus dirigentes una reflexión sobre "la importancia de la democracia" y su convicción de que la estrategia socialista, de discutir y debatir cualquier proyecto, incluido el plan Ibarretxe, a la larga es la acertada. La encuesta difundida ayer por la Cadena SER, muy positiva para los socialistas y que refleja que la mayoría de los ciudadanos apuesta por negociar las reformas territoriales, tuvo de nuevo un efecto balsámico sobre la Ejecutiva. De hecho, Zapatero llegó incluso a plantear que si todo sale como él prevé y se logra un Estatuto pactado sin estridencias, el PP tendrá que replantearse su estrategia al final del proceso.

En este asunto intervino también Ibarra, que siempre ha apostado por pactar con el PP los asuntos fundamentales, como las reformas territoriales, para reducir el poder de bloqueo y presión de los partidos nacionalistas. Ayer explicó de nuevo ese deseo, y recordó que, en su opinión, "el PP debería estar dentro de la negociación", pero inmediatamente reconoció ante sus compañeros su frustración: "Lamentablemente, eso es imposible con los dirigentes que tiene ahora" el principal partido de la oposición.

A Ibarra le sentó muy mal que Mariano Rajoy llamara al presidente "bobo solemne". De hecho, en una reciente rueda de prensa, a finales de diciembre, el presidente de Extremadura ya había explicado que muchas veces ha pedido que PSOE y PP vayan de la mano en asuntos como el terrorismo y el modelo territorial, y que Rajoy, con esos insultos, le obliga a "hacer el ridículo" dentro de su partido porque "deja a los pies de los caballos" a cualquiera que proponga un acuerdo entre los dos grandes partidos. Ibarra también pidió ayer a su partido que haga "un esfuerzo" para explicar el Estatuto y las reformas territoriales, porque muchos españoles de izquierdas, que ven con buenos ojos la política social del Gobierno, no entienden esta otra parte de su proyecto.

De momento, como no hay aún Estatuto, no hay campaña de explicación. Pero según anunció el secretario de organización, José Blanco, a la salida de la reunión, el PSOE está convencido de que su nueva política, puesta en marcha en diciembre, de sacar a los ministros a la calle para explicar su política, está dando buenos resultados. Por eso, la dirección ya está preparando una nueva campaña para febrero, esta vez centrada en la ley de dependencia, el proyecto estrella del Ejecutivo para este año.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, ya ha presentado el anteproyecto de ley y la memoria económica (el Estado gastará 1.400 millones de euros al año). A partir de ahora, los socialistas quieren dar la máxima proyección posible a esta iniciativa, que ellos comparan con el establecimiento de la sanidad pública universal, la educación o las pensiones no contributivas. "Creemos que la labor fundamental del PSOE es explicar la tarea del Gobierno", aseguró Blanco.

Zapatero charla con las mujeres integrantes de la ejecutiva antes de la comida que siguió a la reunión.
Zapatero charla con las mujeres integrantes de la ejecutiva antes de la comida que siguió a la reunión.EFE

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