Claudia Llosa retrata la belleza del Perú ritual

C laudia Llosa (Lima, 1976) vive en una nube desde que supo que su primer largometraje, Madeinusa, en el que retrata la sobrecogedora belleza de las tradiciones peruanas, había sido seleccionado por el Festival de Sundance, que empieza el próximo 19 de enero. "Cuando me enteré", recuerda la directora, "tuve un subidón impresionante. Es algo maravilloso... Y sobre todo le brinda a la película la oportunidad de que la gente oiga hablar de ella y vaya a verla, que es en definitiva lo más importante".

El camino que ha recorrido la cineasta -afincada en Barcelona- para llegar hasta aquí no ha sido llano. Tras acabar sus estudios de cine en Madrid, comenzó a trabajar en publicidad y, en ratos libres, a escribir el guión de Madeinusa inspirado por un difuminado recuerdo de niñez: un viaje familiar durante una Semana Santa al cañón del Colca, que le dejó en la memoria una imborrable sensación de misterio. En 2003, presentó el guión al Festival de La Habana y resultó premiado. Ahora compara la gestación del filme con "un largo embarazo, una barriga de mucho tiempo".

El filme toma el título del nombre del personaje principal, Madeinusa, hija adolescente del alcalde y cacique de Manayaycuna, un pueblo imaginario del Perú profundo. La cineasta explica que eligió este peculiar patronímico para su protagonista porque "en Perú es curiosamente común, igual que Usanavi, Elvispreslei o Jonefequenedi" y porque "habla mucho de la fascinación que sentimos los peruanos por lo foráneo". La historia que cuenta Madeinusa sucede pues en dicho pueblito perdido en las montañas donde reside una arraigada y chocante religiosidad. "Cada Viernes Santo, a partir de las tres de la tarde, cuando Cristo es crucificado, y hasta el Domingo de Resurrección, los vecinos pueden hacer lo que les viene en gana porque como Dios está muerto no los ve pecar". Nadie cuestiona esta rara tradición hasta que, accidentalmente, llega al lugar un joven geólogo de Lima, "que lo hará tambalear todo".

Sobre el reparto, la directora subraya que ningún intérprete es estrictamente profesional, ni Magaly Solier, Madeinusa, a la que descubrió en el pueblito de Huanta vendiendo chucherías en las escaleras de una iglesia. "Tiene un talento innato", sostiene.