Los accidentes mortales en carretera se sitúan por primera vez en 30 años por debajo de 3.000

Por segundo año consecutivo, las estadísticas referidas a los accidentes de tráfico empiezan a leerse con un punto de alivio. Durante el año que acaba de concluir, 3.329 personas han dejado la vida en las carreteras españolas, 182 menos que en 2004, lo que supone un descenso del 5,2% y el mejor dato en 25 años. Y la cifra de accidentes mortales se sitúa en 2.875, la más baja de las tres últimas décadas, que nunca era inferior a 3.000. Tomando los datos desde 2003, hay un descenso acumulado de accidentes del 17,4% que en muertes significa 700 menos, contando que desde los años ochenta hasta ahora casi se ha triplicado el número de coches. Aun así, "no hay que ser en absoluto triunfalistas", afirmó ayer el ministro del Interior, José Antonio Alonso.

Aumenta en un 17,6% las muertes de ocupantes o conductores de motocicletas

La verdadera ruptura de la tendencia hacia la mejoría respecto a los siniestros en las carreteras hay que situarla desde 2004, y se confirma en 2005. Durante los dos últimos años se han reducido los accidentes mortales de 3.443 a 2.875 (568 menos); los muertos de 4.029 a 3.329 (700 menos); y los heridos de 4.047 a 2.924 (1.123 menos).

Si se comparan los datos de 2005 con los de 2004, se han producido 161 accidentes mortales menos -todos los datos se refieren siempre a los siniestros en carreteras, sin contar los que ocurren en las vías urbanas-, ha habido 182 muertos menos y 134 heridos graves menos, las cifras más bajas desde al menos 1980, año del que se dispone de una base fiable, según afirmó el ministro del Interior. En ese año circulaban en las carreteras españolas 10 millones de coches. En 2005, 27,700 millones.

En cuanto al número de muertos, desde mitad de los años noventa hasta 2004, año que rompió la tendencia, las cifras eran muy similares: 1996 se cerró con 3.998 muertos; 4.295 en 2000 y 4.029 en el año 2003.

Las distracciones de los conductores y la velocidad continúan siendo los elementos más mortíferos. Las primeras son responsables del 27% de los accidentes y fallecimientos, y la velocidad del 22%. Y todavía un 30% de los fallecidos en turismos no llevaba puesto el cinturón de seguridad. En este sentido, y a pesar de ser un elemento recurrente, sólo ha descendido en un 2,2% respecto a 2004 el número de personas multadas por no utilizar estos elementos de seguridad.

Sin embargo, queda otro dato aún más llamativo: el número de conductores y pasajeros de motocicletas que no utilizan casco se mantiene en un 52%. No lo utilizaron el año pasado 71 muertos. Aún así, el número de fallecidos por no usar casco ha tenido un descenso del 11,4% en 2004 al 7,8% en 2005. Y queda otra cifra negra, también referida a las motocicletas: el número de muertes en este vehículo vuelve a aumentar en un 17,6%, (320 víctimas, de las que más de la mitad se producen en sábados y domingos).

En cuanto a las edades de los conductores, el grupo cuya mortalidad en carretera más desciende es el de los jóvenes, especialmente entre 18 y 20 años, con un 15,8% menos. El único grupo que aumenta -"curiosamente", calificó el ministro del Interior, José Antonio Alonso- es el de los conductores adultos de entre 35 y 44 años, con un 2,34% más de fallecidos.

El ministro del Interior relacionó el descenso de un 10% en el número de muertos durante las madrugadas (entre las 00.00 y las 7.00) por el énfasis que se ha puesto en las muertes de los jóvenes a esas horas, lo que ha logrado aumentar su sensibilidad en este aspecto.

El tipo de accidente más frecuente sigue siendo las salidas de las vías (con un 39% de las víctimas mortales), especialmente por la noche, desde las 00.00 a las 7.00 horas, que concentran el 50% de ese tipo de siniestro.

En el Ministerio del Interior y en la Dirección General de Tráfico (DGT) están convencidos de que todavía queda un amplio margen para continuar luchando contra la disminución de víctimas en la carretera. Y que el año 2006 será crucial. La implantación del nuevo carné por puntos, en julio de este año, (que en los países en los que funciona ha dado buenos resultados); el aumento significativo del número de radares para combatir las excesivas velocidades; las campañas de control contra el consumo de alcohol cuando se conduce y las que inciden en el uso del cinturón y el casco, y la mayor presencia de los agentes de tráfico son los elementos con los que se cuenta en la batalla contra los accidentes de tráfico. "Es intolerable en una sociedad del siglo XXI, moderna y pujante, que se produzcan tantas víctimas mortales", subrayó Alonso, quien añadió que a la hora de los buenos datos, "debemos felicitarnos todos y, sobre todo, a los conductores y conductoras, a las asociaciones de conductores y víctimas que juegan un papel muy importante y a los medios de comunicación por actuar de intermediarios".