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Las organizaciones radicales palestinas decretan el final de la tregua con Israel

Un grupo de islamistas quema un local de Naciones Unidas en Gaza por vender alcohol

La franja de Gaza empezó el año de la misma forma que despidió el anterior. Bajo una preocupante anarquía, con secuestros, tiroteos, destrozo de una sede de la ONU, lanzamiento palestino de misiles contra Israel, incertidumbre en torno a los comicios, fin de la tregua de las facciones armadas y la artillería israelí atacando el norte de la franja. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, calificó ayer de "grave error" la decisión de los grupos radicales palestinos de no prorrogar el alto el fuego. "Quien renuncie a este acuerdo comete un error muy grande", afirmó.

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"Cuando firmamos el acuerdo de tregua no mencionamos una fecha exacta de su conclusión. No es cierto que sea el 31 de diciembre", insistió Abbas. Sobre la anarquía que se extiende en todos los territorios palestinos y que no consigue evitar, declaró: "Esta situación de fauda (caos) perjudica seriamente a los palestinos y a su desarrollo económico".

Abbas se encontraba ayer en Arabia Saudí cuando recibió con preocupación una noticia de Gaza. El anuncio del grupo integrista Hamás de no alargar el compromiso del periodo de calma. El brazo armado del movimiento, los Batallones de Azzadin Al Kassam, puso fin a su compromiso firmado con Abbas el pasado 17 de marzo, advirtiendo de que a partir de ahora "vengarán todos los crímenes del enemigo sionista".

Con este comunicado, Hamás se suma al resto de facciones armadas que el sábado dejaron claro que la frágil tregua no será renovada. Yihad Islámica negó cualquier posibilidad de negociar con la ANP para un nuevo alto el fuego. Este pequeño y radical grupo afirma que el atentado cometido el jueves por uno de sus jóvenes suicidas contra Israel y que provocó la muerte de tres palestinos y un soldado israelí "es sólo un recordatorio" del fin de la tregua. El brazo armado del movimiento Al Fatah, que preside el propio Abbas, también se hizo escuchar. "La tregua está muerta. Continuando sus asesinatos y su ocupación, Israel la mató antes de que expirara. La fórmula es bombardeo por bombardeo y objetivos civiles por objetivos civiles", declaró Abu Qusai, portavoz de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

En el entorno de Abbas aseguraron ayer que pese a su comunicado, Hamás respetará la tregua hasta la celebración de los comicios parlamentarios del 25 de enero. "Sólo si finalmente se decide aplazar las elecciones, Hamás reanudará sus ataques dentro de Israel", dijeron ayer dirigentes en Ramala.

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Miembros de la llamada Vieja Guardia de Al Fatah siguen intentando convencer a Abbas para que retrase la fecha electoral. El ex primer ministro Ahmed Qurei y el ministro de Información, Nabil Shaat, creen que la actual situación de caos que se vive en los territorios palestinos y una posible victoria de Hamás son factores más que convincentes. Uno de los dirigentes de Al Fatah en Gaza, Zufian Abu Zaide, aseguró a este diario que "los organismos de seguridad no pueden avalar un proceso electoral sin violencia". "Hemos de ser honestos y reconocer los hechos. Si ahora no podemos garantizar la seguridad de un policía, si no somos capaces de defender una comisaría, ¿cómo vamos a proteger a los observadores internacionales que vengan a las elecciones?". Al otro lado de la balanza, Abbas siente la presión de Hamás, que se niega a un aplazamiento. "De lo contrario, no habrá ANP ni organismos de seguridad", amenazó ayer el dirigente integrista Mahmud Azahar.

Por otro lado, milicianos palestinos consiguieron lanzar ayer el primer ataque con cohetes Kassam contra Israel desde que se inició la Operación Cielos Azules en el norte de Gaza. Los tres proyectiles cayeron cerca de la ciudad israelí de Sderot, sin provocar víctimas. El sábado, dos milicianos palestinos murieron tras ser abatidos por el Ejército israelí cuando trataban de lanzar uno de estos cohetes.

Representantes y funcionarios de Naciones Unidas en Gaza siguen, con ansiedad, los últimos acontecimientos que han convertido esa zona "en un territorio en ebullición, desorden y donde quien tiene un fusil es quien manda en la calle", en palabras de uno de ellos. Una inquietud que aumentó en la madrugada del sábado cuando la fiesta de fin de año organizada en un bar del club de empleados del organismo acabó con la irrupción de un grupo de desconocidos que hicieron explotar el establecimiento. Los atacantes, miembros de una organización islámica, expresaban así su protesta ante la venta en el local de bebidas alcohólicas.

Ayer, la Seguridad Preventiva palestina liberó al italiano Alessandro Bernadini, secuestrado en Gaza. Este estudiante, miembro de una delegación europea que realizaba una visita de solidaridad con el pueblo palestino, afirmó anoche: "No cambiaré mi opinión sobre la ocupación. Seguiré estando a favor de los palestinos".

Un adolescente palestino blande una pistola en una marcha ayer en Ramala.
Un adolescente palestino blande una pistola en una marcha ayer en Ramala.REUTERS

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