Veronesi presenta su exitosa visión de la pasión a la italiana
La película obtuvo dos premios Donatello y fue candidata a otros diez
Tres millones de espectadores confirman que se trata de la sensación cinematográfica de la temporada en Italia. Pero, más que de sensaciones, la nueva comedia de Giovanni Veronesi habla de sentimientos. En concreto, del amor, algo que el director y coguionista describe como "un tsunami que arrolla todo cuanto encuentra en su camino; por eso hay que saber nadar para mantenerse a flote". Su cómica respuesta al maremoto sentimental, Manuale d'amore, se estrena hoy en los cines españoles.
Del flechazo al abandono, pasando por la crisis y la traición, la película describe cuatro posibles etapas amorosas. "El amor es cíclico, se puede entender como una terapia que uno emprende para mejorar, aunque quizá es mejor quedar enfermo de amor", explicaba el director la semana pasada en la Casa de América de Madrid.
Su película cautivó no sólo al público, sino también a la academia del cine italiano. Prueba de ello fueron las 12 nominaciones que ostentó para la pasada edición de los premios David di Donatello, entre otras, la de mejor película y guión. A pesar de todo, como en el propio filme, tras el enamoramiento hubo un cierto abandono y Manuale d'amore finalmente sólo obtuvo dos premios: Margherita Buy y Carlo Verdone como mejor actriz y actor de reparto, respectivamente.
La ciudad de Roma es el escenario que aglutina los cuatro episodios, independientes entre sí, del ciclo sentimental rodado por Veronesi. Un parado y una burguesa ejemplifican el enamoramiento; un profesor de autoescuela y su novia, la crisis; una mujer policía municipal y su esposo, la traición, y un médico que, desesperado, recurre a un libro de autoayuda -titulado Manuale d'amore-, el desamor. Tras este mosaico de parejas heterosexuales de entre 20 y 40 años aparece un seductor vecino, el abogado que tramita un divorcio o los amigos que se reúnen para ver el vídeo de un parto. "He basado la película en experiencias tradicionales de la vida, pero esto no es importante. Cuento pequeños aspectos del amor y considero que lo esencial es tratar esos momentos en que dos personas entran en contacto, en los que salta la chispa del amor. La película es como un reality show. He contado mi vida".
A pesar del título, la película no contiene receta alguna para el éxito sentimental. El director, sin embargo, se muestra optimista. "El final no da respuestas, porque el amor no creo que las tenga. Tras un ciclo, simplemente espero que llegue otro, que todo continúe. No sé cómo acabará mi vida sentimental y creo que eso es lo bueno", confesaba.
Acompañado por el actor Luis Molteni, Veronesi hizo gala de su buen humor durante la presentación en Madrid y se postuló como defensor a ultranza de la comedia. "Me gusta ironizar el drama. Mi vida es bastante ridícula y desde siempre me ha parecido que todo el mundo se reía de mis tragedias. Como cineasta procedo de la comedia clásica italiana. Me encanta reírme y hacer reír, gozo como si fuese un orgasmo", bromeó.
El director habló también acerca del pasado y el presente de la cinematografía en Italia. "El cine italiano no volverá a ocupar el puesto que un día tuvo, cuando era el cine por antonomasia y sus películas eran el referente que todos copiaban. Hoy estamos en el Tercer Mundo. El cine turco es mucho mejor que el nuestro, que es pobre y poco exportable. La cinematografía en Italia vive un momento gris. Por eso es importante recuperar la comedia italiana que responde al espíritu latino. Es divertida, sarcástica, generosa, malvada y romántica. Forma parte de cómo vivimos en Italia".
El éxito de su película quizá responda a este peculiar toque realista y caricaturesco. Veronesi citó una estadística que aparece en el filme: el 60% de las mujeres y el 80% de los hombres en Italia es infiel. "El sentimiento es muy importante en Italia y supongo que en España también. Nadie lo admite, pero estar enamorado es un privilegio incluso cuando implica sufrimiento. El amor saca lo mejor y lo peor de ti".
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