Sharon será operado del corazón dentro de tres semanas
El estado de salud del primer ministro israelí, clave en la campaña electoral de marzo
Dos esperados informes que tienen como protagonista al primer ministro israelí, Ariel Sharon, favorito en las elecciones generales del 28 de marzo, fueron hechos públicos ayer. Por un lado, sus médicos detallaron su estado de salud, anunciando que será sometido a una operación de corazón dentro de tres semanas. El segundo,oficioso pero no menos importante, el programa político del partido que él encabeza, Kadima, revelado ayer por el diario Maariv.
Tras ser ingresado hace una semana en el hospital Hadasa de Jerusalén, debido a un leve infarto cerebral, se reavivaron con fuerza las especulaciones sobre el verdadero estado de salud de Sharon, de 77 años. Ayer, los doctores Tamir Ben Hur y Bolek Goldman (el médico personal del primer ministro en los últimos 30 años), intentaron eliminar cualquier tipo de duda. Según ellos, el infarto "no le ha provocado ningún daño cerebral, su recuperación ha sido total y satisfactoria. Tiene todas las facultades físicas y mentales para ejercer de primer ministro".
Pero ya casi al final de su intervención ante la prensa, Ben Hur soltó un dato importante: en las primeras horas de su hospitalización, Sharon "no era capaz de responder y tomar decisiones además de tener dificultades en el habla". Es decir, y desmintiendo las primeras versiones oficiales, Israel estuvo unas horas sin jefe de Gobierno. Un asesor de Sharon no ocultó su contrariedad ante esta confesión, no prevista en el guión inicial.
Ben Hur explicó que "el primer ministro está exactamente en el mismo estado que el día antes de ser hospitalizado" y que "se le introducirá un catéter para tapar un pequeño orificio detectado en el corazón y así prevenir futuros coágulos de sangre". Este orificio del corazón es un problema congénito y, según los expertos, fue la causa del coágulo que le provocó el infarto cerebral. La intervención no necesitará de cirugía y durará unos treinta minutos. Añadieron que su nivel de colesterol es alto y que "debe luchar contra su eterno problema, el exceso de peso. En estos momentos pesa 115 kilos".
Sus consejeros desean que su salud no sea un obstáculo en su camino triunfal, según todos los sondeos, a la reelección. Sharon se presentará ante los ciudadanos el 28 de marzo con un partido hecho a su medida, Kadima. Ayer, el diario Maariv publicó el borrador de su programa electoral. Entre sus puntos principales destaca la aceptación de la "división de la tierra de Israel", en alusión a retiradas de territorios palestinos en Cisjordania y la creación de un Estado palestino -"el proceso de paz es vital y dos Estados nacionales es su principio básico"-. También apoya la llamada Hoja de Ruta, el plan de paz patrocinado por EE UU, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas.
Eso, sí, Kadima rechaza tajantemente cualquier negociación sobre Jerusalén, en cuya parte oriental aspiran los palestinos declarar capital de su futuro Estado, así como el regreso de los refugiados palestinos a territorio israelí.
El líder del Likud, Benjamín Netanyahu, atacó ayer a Sharon: "El 28 de marzo, Israel elige entre mi política de firmeza ante el terrorismo y la política de retiradas unilaterales de Sharon".
Por otra parte, la organización israelí Paz Ahora condenó ayer al Gobierno por sacar a concurso la construcción de 228 casas en varias colonias de Cisjordania. Según uno de sus dirigentes, Yariv Openheimer, "es una maniobra política, oportunista y electoral de Sharon que contradice la Hoja de Ruta y los intereses de Israel". Desde inicios de 2005, se han publicado proyectos para construir 1.131 viviendas en los territorios ocupados, de las cuales 803 fueron anunciadas tras el adelanto electoral.
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