Ferias tradicionales y alternativas

Jabones artesanos de turrón de naranja y chocolate, lámparas de cerámica o de papel de seda, cinta métrica reconvertida en collares y anillos. Éstos son algunos de los productos que este año compiten con los clásicos adornos y regalos navideños en las ferias de las calles de Barcelona. El himno por excelencia de la Navidad, el villancico, ya no es el gran protagonista de los altavoces de las casetas. Poco a poco va cediendo espacio a géneros musicales como el new age, especialmente en las puestos esparcidos por el Casc Antic de la ciudad. En la VII Mostra d'Artesania de Sant Eloi, en la calle de la Argenteria, cada tarde de 18.00 a 20.00 horas se ofrecen actuaciones musicales en directo de géneros que nada tienen que ver con el tradicional "fum-fum-fum".

Aunque la feria de Santa Llúcia, en la avenida de la Catedral, continúa siendo la gran feria tradicional de Navidad, el comprador de musgo y tions, establos y figuras de pesebre, bolas y guirnaldas para decorar abetos encontrará propuestas igualmente sugerentes en las situadas en la plaza de Sants, el parque de la Sagrada Família, la plaza situada delante del antiguo music-hall El Molino, la Gran Via de Carles III y la plaza del Sol, entre otras.Además, en las ferias artesanales de la calle de la Argenteria y del Portal de l'Àngel, dedicada esta última de forma íntegra a la cerámica, el visitante podrá encontrar todo tipo de regalos navideños con un toque de diseño y sofisticación. Por dos euros se podrá llevar a casa un pedacito de Barcelona en divertidos imanes ilustrados con fotografías de rincones de la ciudad. Los amantes de la capital catalana tampoco podrán dejar escapar las reproducciones de los taxis negros y amarillos, o de iconos gaudinianos como el dragón del parque Güell, tan atractivos para los turistas.

Los más pequeños también tienen su propio espacio en las ferias navideñas. En la Mostra d'Artesania de Sant Eloi, podrán pasar el tiempo jugando y participando en talleres infantiles mientras papá y mamá compran una flor exótica de papel de seda que resulta ser una lámpara o unos originales patucos con un estampado que imita la piel de tigre. En la feria de la Sagrada Família también se organizan talleres infantiles, como el dedicado a la construcción de objetos con latas recicladas, y concursos de pintura y redacción sobre limpieza y civismo. Además, para los que acudan por la mañana habrá premio: de 10.00 a 13.00 horas, un espectáculo de payasos sumergirá a niños y a los que ya no lo son en un mundo de fantasía y carcajadas. Para continuar con la diversión, el centro comercial L'Illa Diagonal albergará una insólita exposición de árboles navideños decorados por alumnos de 3º a 6º de escuelas de educación primaria y especial de Barcelona. ¿La peculiaridad? Bolas, estrellas, guirnaldas y demás abalorios están hechos por los alumnos con materiales reciclados.

Navidad y gastronomía van unidas de la mano y en las ferias de Barcelona bien lo saben. La mayoría de ellas cuentan con puestos dedicados a los placeres del paladar que ayudan a combatir el frío invernal, como es el caso de la dedicada a alimentos etiquetados en catalán de la plaza de Sants, donde la cerveza made in el Rosellón y las cocas de vidrio hechas en horno de leña de Perafita (Osona) son las estrellas.

En toda comida de Navidad que se precie no puede faltar el vino. La propuesta de este año, innovadora y natural, son los vinos ecológicos, unos caldos realizados sin aditivos químicos que se pueden encontrar en una parada del parque de la Sagrada Família. Tampoco faltan las tradicionales churrerías ambulantes, como las de la Gran Via, que ofrecen excelentes churros de chocolate.

Pero no todo es comprar. La feria de la Gran Via tiene un puesto en el que se pueden dejar juguetes nuevos para niños de hasta 14 años, que el día de Reyes se distribuirán entre los pequeños más desfavorecidos.