Bruselas lanza un plan para facilitar la entrada en la UE de inmigrantes cualificados

La UE pierde mano de obra a medida que la población europea envejece. La necesidad de trabajadores ha llevado a la Comisión Europea a proponer un plan que facilite la entrada de inmigrantes. Eso sí, con papeles y preferentemente cualificados. "Por un lado, hay un mercado laboral europeo. Por otro, trabajadores que desean venir. Nuestra idea es unir la oferta y la demanda", dijo ayer el comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini, que anunció una batería de medidas para permitir la entrada de más trabajadores extranjeros con formación.

¿Cómo es posible que el 54% de los inmigrantes cualificados vaya a EE UU, y que el 84% de los que no tienen formación venga a Europa?, se preguntó ayer Frattini, quien dejó claro que la prioridad de Europa es atraer a trabajadores con estudios. El comisario europeo habló de crear permisos especiales para licenciados universitarios. Otra de las medidas concretas a la que hizo mención Frattini fue la concesión de permisos plurianuales -hasta cinco años- para los trabajadores estacionales en la construcción, el turismo o la agricultura.

Los inmigrantes son, a juicio de la Comisión, una de las soluciones al problema del envejecimiento que sufre la población europea. Según las cifras que maneja el Ejecutivo comunitario, entre 2010 y 2030, la UE perderá 20 millones de trabajadores a causa del envejecimiento. Son esas predicciones las que han llevado a Bruselas a fomentar la entrada de mano de obra de fuera de sus fronteras. La Comisión advierte, sin embargo, de que la pérdida de fuerza de trabajo no será homogénea en los Veinticinco. Alemania, Letonia, Hungría e Italia ya están sufriendo un declive en la población en edad de trabajar, mientras que otros países como Irlanda no llegarán a esta situación hasta 2035.

Actualmente, el crecimiento poblacional en Europa se debe principalmente -en más del 80%- a los inmigrantes. El plan diseñado por la Comisión Europea incluye la promulgación de cuatro leyes en los próximos cinco años, que determinarían las condiciones de entrada y permanencia de "ciertas categorías de inmigrantes (trabajadores altamente cualificados, trabajadores temporales, personas transferidas por sus empresas y trabajadores en prácticas)". Aunque el Ejecutivo dejó claro que los Estados miembros seguirán siendo los únicos competentes para determinar el número de inmigrantes que deseen admitir.

Aun así, Bruselas advirtió de que hay "un amplio consenso" acerca de la "dimensión europea de la inmigración", pese a que, según indicó Frattini, países como Alemania se niegan a que la UE fije las normas para la concesión de permisos de residencia. Las recientes imágenes de hijos de inmigrantes quemando coches en los barrios periféricos de Francia ha hecho además que Bruselas se replantee su hasta ahora no injerencia en las políticas nacionales de integración de los inmigrantes que ya viven en Europa. El plan de inmigración europea publicado ayer incluye para estas personas cursos de idiomas y de "orientación cívica", así como atención específica a los inmigrantes económicos. Estas medidas, según Frattini, permitirán "evitar la discriminación y la frustración que se ha mostrado en los alrededores de París".

El comisario de Empleo, Vladímir Spidla, que compareció junto a Frattini, utilizó el caso español para rebatir la creencia de que la entrada de inmigrantes conlleva un incremento del paro en el país de acogida. "En España hay una inmigración relativamente alta, y mientras se produjo este aumento, el paro descendió del 20% a cerca del 9%", explicó. Spidla precisó que en España la caída del desempleo tuvo lugar "a pesar de la llegada de tres millones de inmigrantes".