5.000 millones adicionales
El presidente detalla cómo España ganó posiciones en la negociación
El Gobierno logró en la negociación fondos para España de nueva creación, sin base jurídica previa, por más de 5.000 millones de euros. Gracias a ellos, nuestro país seguirá siendo durante todo el periodo 2007-2013 beneficiario neto de la UE, en una situación económica en la que otros países, como Francia e Italia, eran ya contribuyentes netos. Éste fue el argumento fundamental que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, opuso ayer al líder del PP, Mariano Rajoy, empeñado en achacar a la ampliación la pérdida que cifró en 40.000 millones.
"Se da la paradoja", dijo Rajoy, "de que, mientras Francia y Alemania pierden unos 30.000 millones por cabeza, nosotros perdemos 43.000. La diferencia se acentúa si consideramos que esto representa el 0,6% de nuestro PIB, mientras que para Francia y Alemania no pasa del 0,25%. Dicho en castellano, pagamos el triple de lo que debería correspondernos a nuestro nivel de renta. Aportaremos 3,5 veces lo que Alemania, dos veces largas lo que Francia y 7 veces, o más, lo que aportan Holanda o Suecia. Para que se hagan una idea, señorías, España va a pagar el 25% de los costes de la ampliación, cuando su PIB representa el 8% del conjunto de la UE".
Rajoy achaca a la ampliación las pérdidas debidas al crecimiento económico español
Rajoy lanzó ayer con fuerza estas cifras de elaboración casera, en la que pareció haber descubierto el truco de pagar cobrando. Es decir, la fórmula para sostener que España será la gran pagana de la ampliación, a pesar de que durante todo el septenio presupuestario recibirá el 0,20% de su PIB de la UE, y eso a pesar de que su PIB per cápita se sitúa en el 98% de la media comunitaria.
Francia, con el 109,8% de la renta comunitaria, entregará, entre tanto, a Bruselas el 0,35% de su PIB. A Alemania, con el 109,1%, le corresponderá pagar el 0,40%. Italia, con el 105%, pagará el 0,35%. Francia y Alemania pasaron en su día a ser contribuyentes netos, aún antes de alcanzar el 100% de la renta. España e Irlanda han marcado la excepción, porque seguirán cobrando más de lo que reciben, a pesar de ser los países europeos que más han crecido durante la última década.
Ayer Zapatero presentó en el Congreso la siguiente contabilidad para demostrar que lo dicho por Rajoy era una falacia: el efecto del crecimiento económica sobre el saldo español ha sido, naturalmente, negativo en 24.583 millones de euros y el coste de la ampliación, ha supuesto 15.101 millones, aproximadamente igual a lo que, en función del PIB, corresponde a España. No hay, por tanto, agravio comparativo respecto a otros países ni fallo en la negociación, aunque la pérdida total de fondos se eleve a 39.684 millones y sea cercana a la enunciada por Rajoy.
Zapatero siguió razonando que el acuerdo de Bruselas aportó, por el contrario, 5.400 millones adicionales al saldo neto español, impensables cuando el Gobierno del PP inició esta negociación en febrero de 2004. Tales recursos provienen de la prórroga por cinco años del Fondo de Cohesión, al que España deja de tener derecho por haber superado el 90% de la renta comunitaria, con un importe total de 3.250 millones, y del Fondo Tecnológico, que la UE ha creado para España, con 2.000 millones. La cuenta se redondea con 100 millones adicionales para Canarias y 50 para Ceuta y Melilla.
Estos fondos explican el saldo final favorable a España que el Gobierno cifra, "como mínimo", en 16.181 millones, como previsión de pagos efectivos. El dato fue calificado de "inflado" por el PP. Zapatero defendió ayer la legitimidad de ese cálculo, porque el saldo real se computa a posteriori, y añadió que la parte correspondiente exclusivamente a los compromisos se eleva a 9.038 millones de euros.
En cuanto a los componentes del saldo, dio este desglose: 9.719 millones se pierden por el aumento de las aportaciones españolas derivadas del crecimiento de la economía; 5.196 millones se habrían perdido en cohesión aunque la UE no se hubiera ampliado, ya que España habría superado el 90% de la renta media de la UE de 15 miembros en 2010; 5.745 millones corresponden a la pérdida de fondos estructurales derivada de las regiones que habrían dejado de percibirlo aunque la ampliación no hubiera hecho descender la renta media comunitaria: Canarias, Castilla-León y Comunidad Valenciana; el aumento de las rentas las regiones que seguirían percibiendo ayudas estructurales supondría una merma de otros 3.923 millones. En total, son los 24.583 millones de referencia.
Hasta 39.684, quedan 15.101 millones, que es la estimación del coste de la ampliación para España. Teniendo en cuanta que los 15 socios antiguos pagarán, según el acuerdo, 183.000 millones de pesetas a los nuevos socios, que la distribución debe acercarse al nivel del PIB de cada país, y que España aporta el 8,46% del PIB europeo, la cifra ideal sería de 15.481 millones de euros, prácticamente idéntica a la que se deduce del acuerdo.
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