Trabajadoras sin poder

La presencia de mujeres en los órganos de decisión políticos se consolida, aunque el avance no sea fluido ni homogéneo. La equitativa proporción entre hombres y mujeres dentro del Consejo de Ministros ha adquirido valor de símbolo y se ha trasladado a otros ámbitos de los poderes ejecutivos y legislativos. Así se reconoce en el informe anual de 2005 sobre Las mujeres y la toma de decisión elaborado por la Asociación de Mujeres juristas Themis. Pero en el sector financiero, la banca, las organizaciones empresariales y las Reales Academias el techo de cristal no acaba de romperse. Ninguna mujer forma parte de los órganos de dirección de la CEOE, la organización empresarial más representativa. En las Reales Academias la mujer es una entelequia: además de no contar en sus órganos directivos, su presencia es nula en la Academia de Jurisprudencia y Legislación y en la de Ciencias Políticas y Morales.

Sólo el 8% de los directivos del Círculo de Empresarios son mujeres

La denominada democracia paritaria, basada en una presencia equitativa de hombres y mujeres en los principales centros de poder está aún lejos de plasmarse en el Banco de España, el Tribunal de Cuentas, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Tribunal Supremo (el 6%). En el Tribunal de Cuentas, formado por doce miembros, sólo hay una consejera, lo que representa un 8%. Por otra parte, ninguna mujer ha ostentado hasta ahora el cargo de Defensor del Pueblo estatal. En el Tribunal Constitucional, sin embargo, el avance ha sido significativo: aunque las magistradas sólo constituyen el 17% de sus miembros, por primera vez en la historia una mujer, María Emilia Casas Bahamonde, ha accedido a su presidencia.

En la actual legislatura las diputadas representan un 36% del arco parlamentario, lo que supone un tímido avance respeto al periodo anterior (33%). A pesar de que en el Senado el porcentaje no sobrepasa el 25%. La participación se incrementa ligeramente en los parlamentos autonómicos. Dentro del entorno europeo, sólo los parlamentos de Suecia y Dinamarca registran una mayor presencia de mujeres, por lo que "teniendo en cuenta que estos países son considerados como los avanzados en la obtención de la plena igualdad", se lee en el informe, España "se sitúa en un nivel aceptable de representación". No obstante, la proporción en los ayuntamientos sigue estando desfasada: sólo 20 de cada 100 alcaldes de capitales de provincias son mujeres, en parte porque los cabezas de lista suelen ser varones.

Sólo el PSOE aplica la paridad en sus órganos de dirección, seguido del PP, que cuenta con un 32% de mujeres en puestos de responsabilidad. En el PNV y CiU, sin embargo, no llega al 25%. No obstante, llama la atención la invisibilidad y falta de representatividad de las mujeres en los colegios profesionales.En los Colegios de Médicos, Economistas y Veterinarios, ninguna mujer forma parte de sus órganos de gobierno, en claro contraste con su creciente incorporación a estas organizaciones profesionales. Sólo en el Colegio de Enfermería (con un 25%) y el de Procuradores y Procuradoras (con un 21%) la mujer tiene poder de representación.

La mujer se encuentra aún apartada de los órganos de decisión económica de los sectores públicos y privados. En el Banco de España su participación se ha visto reducida, al pasar de un 12%, en febrero de 2004, a la mitad en diciembre de 2005. Más exigua es su presencia en las asociaciones empresariales, ya que sólo alcanza un 8% en el Círculo de Empresarios.

Dentro del Consejo de Coordinación Universitaria se ha incrementado de forma notable la presencia de personalidades relevantes y consejeras, si bien nada se mueve en el apartado de rectores y rectoras, donde ellas sólo suponen el 7%. En el ámbito sanitario la participación femenina es visible: en más de la mitad de los 15 hospitales analizados su presencia dentro de los equipos directivos supera el 40%.

Al presentar el informe, la asociación Themis propuso que el Gobierno garantice por ley la paridad en los órganos directivos de las empresas y entidades en las que el Estado tenga participación, y que promueva la paridad en el sector privado. Las representantes de Themis abogaron por la adopción de medidas legales que favorezcan el cambio de roles tradicionales y permitan conciliar la vida familiar y profesional.