El IPC se modera al 3,4% gracias a la caída en los precios de los carburantes

Los precios se desaceleraron ligeramente en noviembre pasado, con una inflación del 3,4% en el último año, una décima menos que en octubre, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), gracias a la reducción del precio del petróleo y pese al alza en prendas de vestir y aceite. Estos dos productos y los ligados al sector servicios han vuelto a presionar a la inflación subyacente (excluye productos volátiles como los alimentos frescos y la energía), que subió por tercer mes consecutivo, hasta el 2,7%. Ésta es una posible señal de que el incremento de costes de producción asociado a la subida de los carburantes empieza a extenderse.

El índice de precios al consumo (IPC) se moderó en noviembre por segundo mes consecutivo, pero aun así el diferencial de precios con los países de la zona euro se mantiene en un punto, una tendencia que mina la competitividad española. Entre octubre y noviembre, el IPC subió dos décimas.

El transporte fue uno de los grupos que más bajaron en noviembre, un 1,8% respecto de octubre, aunque en el último año la subida se mantiene como la más alta (5,8%) junto con vivienda (6%). También suben los precios de vestido y calzado, con una tasa anual del 1,6%. Entre octubre y noviembre, estos productos crecieron un 2,9%, subida que recoge los últimos efectos del inicio de la temporada de otoño e invierno, tras las rebajas del verano. El aceite se encareció un 7,8% en un solo mes y un 13,6% en el último año.

El secretario de Estado de Economía, David Vegara, señaló ayer que prevé un descenso de la inflación el próximo año y afirmó que es "prematuro" responder si se está trasladando el alza del petróleo a otros precios y a los salarios en la inflación subyacente, como apuntan varios expertos.

Mientras, el secretario ejecutivo de Economía y Empleo del PP, Miguel Arias Cañete, pidió al Gobierno que "despierte de su letargo" y ponga en marcha un paquete de reformas estructurales. En este sentido, la CEOE advirtió de que el diferencial de precios que mantiene España con la UE está ocasionando una pérdida de competitividad a las empresas. CC OO reclamó al Ejecutivo medidas que favorezcan la competencia en bienes básicos como la alimentación.