María Amparo Escandón novela la vida en las cárceles mexicanas

María Amparo Escandón (México, 1957) lleva vendidos un millón y medio de ejemplares de su primer libro, Santitos (Plaza & Janés, Círculo de Lectores y Maeva en bolsillo), y aquejada del síndrome de la segunda novela, acudió en Los Ángeles a un psicólogo para escritores. Éste le animó a plantearse el libro como pura diversión, y eso hizo. Durante un año viajó con camioneros por Estados Unidos y visitó cárceles de este país y mexicanas, antes de escribir González e hija. Una vida sobre ruedas (Maeva). "Es una obra en la que se entretejen la vida de las carreteras y de los libros", explicó el lunes en Madrid Escandón, que ha escrito un guión de la novela asesorada por los directores españoles Isabel Coixet y Santiago Tabernero.

Libertad está encarcelada en una prisión mexicana por un crimen del que nadie sabe nada. Hasta que crea un club de lectura en el que altera los textos que lee en voz alta para contar a sus compañeras pedazos de su vida, pasada toda en un camión junto a su padre. "El club se reúne cada miércoles y, como en las telenovelas, deja el misterio para la siguiente sesión", contó. "Quería hablar de unas relaciones muy complejas en las que se entremezclan la admiración y el miedo reverencial por el padre, y explorar cómo la familia puede ser una cárcel y cómo tras unas barras puede estar la libertad".

"Las prisiones mexicanas están llenas de humedades, la comida es una tragedia y tienen un sistema jerárquico muy marcado. Quien tiene dinero cuenta con guardaespaldas, camarera... y viven familias enteras. A una llegaron unos chinos que en tres meses montaron dentro un restaurante al que iba todo el mundo, y por eso en el libro hay un negocio de manicura china", relató la escritora mexicana. Ayer Escandón visitó la cárcel de Brieva y el próximo viernes estará en la de Soto del Real, confiada en que se organicen también allí clubes de lectura. Por lo pronto, Maeva ha enviado decenas de ejemplares de González e hija.