"Hemos aprovechado la oportunidad que nos dieron"

Los 27 usuarios de heroína, que un año después del ensayo siguen recibiendo la sustancia en tratamiento compasivo, han celebrado el primer aniversario del Pepsa redactando una carta en la que proclaman a la sociedad que gracias a ese programa ya no son esclavos de una droga. Los pacientes, por boca de su asociación Ser Solidarios, piden que su pasado no les impida integrarse para conseguir llevar a cabo una vida normal. Éste es su texto:

"El día 30 de noviembre hace un año que el último paciente terminó su ensayo clínico que pretendía comprobar si la heroína era mejor medicamento para nosotros, con muchos años de adicción, con multitud de enfermedades contagiosas (entre ellas el sida) y, por encima de todo, con la vida prácticamente destrozada como consecuencia del tiempo que hemos dependido de esta droga y de las barbaridades a que nos hemos visto abocados para conseguir pagar nuestras dosis.

Durante el tiempo en que nos hemos sometido a los requerimientos a los que obligaba participar en el ensayo, hemos asistido al juicio de la sociedad y los científicos sobre si lo que se hacía era acertado o una barbaridad. Nosotros, los que detrás de tanta polémica hemos visto cómo nuestras vidas cambiaban, cómo la esperanza de tener dignidad se ha hecho realidad, hemos aprovechado la oportunidad que se nos ha dado. Esto ha generado grandes beneficios, no sólo para nosotros, sino también para nuestras familias y las personas de nuestro entorno.

Frente a la realidad de vernos y casi no creer lo positivo de esta experiencia, también hemos leído tristemente que nuestras vidas no merecían el dinero que ha costado este ensayo a los contribuyentes. Sabemos que muchos piensan que mejor estaríamos muertos y que nosotros nos lo hemos buscado. Pero no escuchamos lo mismo de personas que padecen cáncer por fumar, del coste del alcoholismo y, en definitiva, de tantas enfermedades adquiridas por conductas equivocadas.

Hemos sentido vergüenza durante décadas de ser lo que éramos. Nos escondíamos de todo y de todos destrozando la vida de los que nos rodeaban. Pero ahora que tenemos el medio para volver a la sociedad, vemos que aún hay mucha gente que nos cierra la puerta. A ellos no les pedimos que olviden, y si les hicimos daño, les pedimos perdón, pero deben también comprender que queremos aprovechar esta oportunidad que se nos ha dado.

Es verdad que la heroína consumida en la calle, mata, pero hay algo que acelera todas las muertes: la intransigencia. Hace dos años en lugar de escribir esta carta estaríamos buscando la forma rápida de conseguir el dinero para la droga. Ahora podemos pensar en nuestras vidas y plantearnos como ser mejores. Sólo pedimos comprensión. Es barata".