"Me gusta escribir historias, la temática es lo de menos"

José Antonio Cotrina (Vitoria, 1972) acaba de añadir a su ya notable listado de reconocimientos en literatura de género fantástico el del premio Alberto Magno, concedido por la Universidad del País Vasco (UPV) y uno de los más destacados del país. Aunque reconoce que vivir de la ciencia-ficción en España "es ciencia-ficción", es decir, una redundancia, lo cierto es que, aunque no tiene apellido anglosajón, no abandona el empeño, pese al riesgo de ser encasillado. "Me gusta escribir historias, la temática es lo de menos", asegura.

Pregunta. Ha ganado dos de los certámenes más importantes del género en España. ¿Qué le aportan esos premios?

Respuesta. Muchas cosas, por ejemplo, reconocimiento. La gente te conoce, sobre todo, la que se mueve en el mundillo de la literatura de género fantástico, los editores se quedan con tu nombre. En cuanto ganas un concurso, te llaman para ver si tienes material para mover... Sí, los premios son bastante importantes.

"La literatura de calidad de ciencia-ficción supera con creces a 'La guerra de las galaxias"

P. ¿Por qué ha centrado su trabajo en la ciencia-ficción?

R. Es algo que me pregunto muchas veces [risas]. Quizá porque ha sido siempre la vertiente del cine y de la literatura que más me ha llamado la atención. Y quizá sea porque aún no se me ha ocurrido ninguna historia que me apetezca escribir y que no esté relacionada con este campo. Pero creo que va a ser cuestión de tiempo.

P. ¿No teme quedar encasillado?

R. Me gusta escribir historias, la temática es lo de menos.

P. ¿Es mejor leer ciencia-ficción que verla en una pantalla cinematográfica? ¿Por qué?

R. Depende. Los grandes hitos de la ciencia-ficción en la pantalla, vamos a poner por caso la trilogía de La guerra de las galaxias, creo que si, en lugar de la pantalla hubiera aparecido en un libro, habría sido considerada de serie B. La literatura de ciencia-ficción de calidad supera con creces a lo que es la historia, argumento y demás aderezo de La guerra de las galaxias. Creo que se tenían que ver o leer las dos cosas.

P. ¿Cuál de las dos prefiere?

R. Últimamente leo muy poco género fantástico, lo veo más, la verdad.

P. ¿Por qué entonces sigue escribiendo género fantástico o ciencia-ficción?

R. Porque mis historias siguen tirando hacia ese campo. Lo que ocurre es que yo no sé diferenciar ciencia-ficción, fantasía y terror. Para mí son tres géneros hermanos.

P. ¿No le da miedo que se le encuadre en un tipo de literatura que casi no se considera como tal?

R. Es uno de esos prejuicios con los que tenemos que cargar. Además, tras esa capa de cebolla hay más pieles. Dentro del gran número de aficionados al género de fantasía y terror en España, resulta que si tu nombre no es anglosajón, tienes todavía más dificultades para vender. Últimamente están empezando a cambiar las cosas, pero hace unos años era muy difícil publicar.

P. ¿A qué lo atribuye?

R. Son prejuicios que la gente debería quitarse. Tan bueno es lo que hay aquí como lo que se hace fuera.

P. ¿Qué conocimiento científico hay que tener para escribir ciencia-ficción?

R. Yo soy de Letras. Mis conocimientos son mínimos y lo que pretendo es que el lector no necesite ninguno.

P. ¿Poder vivir de la literatura es ciencia-ficción?

R. De la literatura de ciencia-ficción sí. Es muy complicado. Ahora estoy intentando abrirme un hueco en la literatura juvenil y moverme en los dos campos. De todas formas, creo que voy a seguir compaginando la literatura con otros trabajos para continuar manteniéndome.