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LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO INTERNACIONAL

La policía detiene a siete argelinos en la Costa del Sol acusados de financiar ataques en Afganistán

Jorge A. Rodríguez

La Guardia Civil detuvo ayer en la Costa del Sol a siete argelinos a los que acusa de haber prestado apoyo económico a una facción del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), considerado el brazo argelino de Al Qaeda, y de haber financiado ataques terroristas contra las tropas desplegadas en Afganistán. La operación, la segunda del instituto armado en menos de 20 días contra la financiación de grupos asociados a la red de Osama Bin Laden, se desarrolló en las localidades malagueñas de Benalmádena, Torremolinos, Estepona, Monda, Marbella, en la propia capital y en el barrio de Churriana, pegado al aeropuerto. El grupo, liderado en España por Sami Hashi, se había especializado en el robo de chalés de lujo en la zona fronteriza entre Málaga y Cádiz. El botín era vendido por el propio Hashi, para convertirlo en oro o dinero, que supuestamente era entregado en mano o por complicadas transferencias a la facción del GSPC liderada por Abu Al Haitan, con ramificaciones en el sur de Argelia, Mauritania y Libia.

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Las detenciones fueron efectuadas durante la madrugada de ayer. Decenas de agentes de la Guardia Civil, a los que les abrieron paso agentes de la Unidad Especial de Intervención (UEI), se desplegaron en las localidades citadas para practicar las detenciones y registros. Era el colofón de la llamada Operación Green, que se había iniciado en el verano de 2004 tras detectarse una cadena de extraños robos en urbanizaciones de lujo del área de influencia del Campo de Gibraltar, especialmente en la elitista Sotogrande.

Sólo objetos muy valiosos

Uno de los miembros del grupo trabajaba en una conocida inmobiliaria y solía facilitar a sus compañeros información precisa sobre los sistemas de alarma, elementos de lujo instalados en la vivienda y situación de las cajas de seguridad de las casas. El grupo sometía la casa a estrecha vigilancia y seguía a sus dueños para conocer sus hábitos. Sólo robaban lo que era fácil de colocar en el mercado negro: ordenadores portátiles, joyas, oro, dinero en metálico y tarjetas de crédito.

Esos artículos eran supuestamente entregados a Sami Hashi, al que se considera el perista del grupo, que lo transformaba en dinero y oro. "La organización hacía envíos periódicos al GSPC de distintas formas: en mano y con ingresos en ciertas entidades bancarias a través de un entramado complejo de transferencias bancarias para dificultar el seguimiento del dinero", según fuentes de la investigación.

La Guardia Civil localizó a un argelino como supuesto miembro de la organización, a quien tuvo vigilado. Así se le vio contactar con compatriotas que mantenían lazos con dirigentes del grupo salafista. Fue en ese momento cuando los investigadores sospecharon que estaban financiando actos terroristas "con el producto de los robos y acciones cometidas por esta célula asentada en Andalucía". "Estas reuniones serían el inicio de la creación de la célula ahora desmantelada, cuyo principal misión sería el apoyo logístico y la aportación financiera", según informó ayer el Ministerio del Interior.

"Según la Guardia Civil, está perfectamente acreditada esa labor de financiación y de apoyo logístico, pero no hay un solo elemento que permita suponer que tenían planes para cometer atentados inminentes en España", comentó José Antonio Alonso. Durante los registros no se han encontrado ni armas ni explosivos.

Relaciones con Al Qaeda

Las pesquisas apuntan a que el dinero era enviado a la facción de Abu Al Haitan, conocida como "segunda zona de actuación del GSPC". Ésta, supuestamente, sigue las directrices de Al Qaeda y trata de perpetrar atentados en Europa. Las fuentes consultadas están convencidas, a raíz de los primeros indicios encontrados entre la documentación incautada en los registros, de que los detenidos han financiado ataques armados en Afganistán, hasta donde el dinero llegaría por canales que todavía no han quedado en evidencia.

En total han sido detenidas siete personas, tres de las cuales estaban con sus respectivas parejas, que permanecieron en libertad. Los domicilios con más interés eran el de Sami Hashi, sito en el número 3 de la avenida de Julio Iglesias, en el marbellí Puerto Banús (adonde los agentes entraron a mazazos y donde fue incautada la mayor parte de la documentación), y un chalé de lujo en Estepona. El grupo fue conducido ayer mismo a Madrid, donde en breve quedarán a disposición del cotitular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Félix Degayón (el otro titular es Juan del Olmo, dedicado en exclusiva al sumario del 11-M).

El grupo de la Costa del Sol es el segundo que desarticula la Guardia Civil bajo la acusación de prestar apoyo financiero al GSPC. El anterior fue localizado y desbaratado el pasado 23 de noviembre en Granada, Alicante y Murcia. Diez personas fueron detenidas, de las que cuatro de ellas acabaron en prisión por colaboración con banda terrorista. El ministro Alonso aseguró ayer, tras esta segunda operación: "Nosotros seguimos con la tensión alta y con una preocupación evidente y seguimos en la tarea de prevenir e investigar cualquier red de esta naturaleza".

Guardias civiles rodean a uno de los detenidos antes de iniciar un registro en Estepona.
Guardias civiles rodean a uno de los detenidos antes de iniciar un registro en Estepona.PEPE SÁNCHEZ

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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