Liu Binyan, escritor y periodista
El disidente chino vivió exiliado 17 años en Estados Unidos
Liu Binyan, uno de los escritores y disidentes chinos exiliados más reconocidos, falleció el 5 de diciembre, a los 80 años de edad, en un hospital de Nueva Jersey. Murió después de tres años de lucha contra un cáncer de colon, según informó el semanario estadounidense en lengua china Duo Wei, una de las publicaciones para las que escribió el antiguo periodista durante los 17 años que vivió en el exilio en Estados Unidos.
Liu llegó a ser uno de los periodistas más populares del país por sus denuncias sobre la corrupción oficial, que acabarían costándole la enemistad de los dirigentes y la expulsión del Partido Comunista Chino (PCCh).
La vida de quien llegó a ser calificado como "la conciencia de China" por sus lectores fue difícil hasta el final. Su petición al Gobierno de que le permitiera regresar a su ciudad natal para pasar sus últimos días fue denegada, según contó en una entrevista publicada con ocasión de su cumpleaños el pasado febrero.
Liu Binyan nació en 1925 en la ciudad industrial de Changchun (provincia nororiental de Jilin). Su padre era obrero ferroviario. Tras finalizar el noveno año de estudios, tuvo que dejar la escuela, porque su familia era demasiado pobre para costearle el bachillerato. El joven Liu se convirtió en autodidacta, leyó, aprendió ruso y se unió a las juventudes marxistas. En 1944, se afilió al Partido Comunista, que en 1949, encabezado por Mao Zedong, ganó la guerra civil contra los nacionalistas. Tras el nacimiento de la República Popular China, trabajó en el Diario de la Juventud y más tarde en el órgano supremo de difusión del PCCh: el Diario del Pueblo.
Se hizo famoso por sus artículos entusiastas sobre la nueva China de Mao. Pero en los años 50 comenzó a escribir veladas críticas contra la burocracia, los abusos de poder, la corrupción y la censura en la prensa. El Gran Timonel le acusó de incitar a las protestas, y en 1956 fue tachado de "derechista" y expulsado del Diario de la Juventud, donde era secretario del partido.
Vendrían, entonces, tiempos de destierro. Fue enviado a un poblado de montaña remoto. Algunos años después recuperó su trabajo. Pero durante la Revolución Cultural (1966-1976) -el movimiento lanzado por Mao Zedong para renovar el espíritu revolucionario y eliminar a sus adversarios políticos- fue internado ocho años en un campo de trabajo. En 1978, tras la muerte de Mao y la llegada al poder de Deng Xiaoping, fue rehabilitado y volvió a escribir de nuevo, ahora en el Diario del Pueblo. No tardó mucho tiempo en dirigir otra vez su pluma hacia las aguas oscuras. De entonces data su título ¿Personas o monstruos?, una detallada investigación sobre la corrupción en un condado de la provincia nororiental de Heilongjiang.
Su espíritu crítico le situó a contracorriente del sistema, y, en 1987, fue expulsado del PCCh por orden directa de Deng -que le llamó subversivo-, y se le prohibió publicar. Al año siguiente, viajó a Estados Unidos, en compañía de su esposa, para dar clases en la Universidad. Nunca regresaría a China. Lo que inicialmente era una estancia corta se convirtió en un exilio permanente debido a la masacre de Tiananmen, en junio de 1989.
En los años que siguieron, mientras muchos alababan las reformas económicas y el progreso chino, Liu se mostró crítico. Dijo que, en gran parte, el proceso ha sido aprovechado por una élite política para beneficiarse a cambio de vender sus favores e influencia, y arremetió contra el abandono de los ideales socialistas.
El Gobierno chino ha recibido el fallecimiento de Liu con el silencio. Los periódicos obviaron la noticia, mientras el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraba que no tiene nada que decir sobre la vida del antiguo periodista del diario oficial del partido.-
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