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Reportaje:

La ley antitabaco pone en guardia a Altadis

Refinancia la deuda y prepara un nuevo recorte de costes sin haber concluido aún su actual plan de reajuste industrial

Altadis acaba de cerrar con éxito una emisión de bonos a 10 años por importe de 500 millones de euros para refinanciar y alargar los vencimientos de su deuda (cifrada en 1.979 millones de euros a 30 de septiembre); se ha desprendido en noviembre de 270 trabajadores de sus fábricas de Sevilla y Cádiz dentro del plan de reestructuración industrial que está realizando y que concluye en 2007; y prepara estos días una nueva vuelta de tuerca a su capítulo de gastos para paliar los efectos que sobre sus cuentas tienen y van a tener las últimas subidas de impuestos y la inminente entrada en vigor, el primero de enero, de una restrictiva ley sobre consumo y venta de tabaco en España.

El director financiero ha admitido que en 2006 el resultado bruto de Altadis no va a crecer el 3% previsto y que podría situarse entre un 1% y un 2%

En la sede madrileña de Altadis declinan facilitar previsión alguna sobre el impacto que va a tener en sus cuentas la nueva ley antitabaco en España. El director financiero del grupo hispanofrancés, Michel Favre, ha admitido sin embargo ante los analistas, hace unas semanas, que en 2006 el crecimiento del ebitda (resultado bruto de sus operaciones ordinarias) de la tabaquera no va a alcanzar el 3% inicialmente previsto. Favre adelanta, aunque con todo tipo de cautelas, que el crecimiento se situará entre un 1% y un 2%.

Otras fuentes de Altadis advierten además que, en principio y para hacer frente a la nueva situación, el próximo año va a ser un ejercicio de consolidación y de crecimiento orgánico. No se van a acometer grandes operaciones corporativas, salvo que surja de forma imprevista una gran oportunidad, como las realizadas en 2004 y 2005. A lo largo de estos dos ejercicios Altadis ha comparado la segunda tabaquera rusa (Balkan Star), la primera distribuidora de tabaco de Italia (Etinera), ha aumentado su participación y se ha hecho con el control de Aldeasa, y se adjudicó en su privatización el antiguo monopolio Régie Marocaine des Tabacs.

El precedente italiano

La mayoría de los analistas recuerdan que en Italia, que es el ejemplo más reciente, las leyes de restricción al consumo de tabaco provocaron una caída inmediata del 15% en las ventas de cigarrillos, que afectó de manera desigual a los fabricantes, pero que transcurridos unos meses ese descenso se situó en torno al 5%. España, señalan, es también un mercado maduro y muy regulado, pero Altadis se ha acostumbrado en los últimos años a trabajar en un entorno cada vez más hostil con el tabaco.

Además, agregan, parte de los efectos de la nueva normativa antitabaco se han ido dejando sentir sobre el consumo con meses de adelanto a su entrada en vigor. La difusión de las medidas restrictivas previstas ha llevado a muchos fumadores a dejar de serlo a lo largo del último año.

Estos y otros argumentos parecidos, tras la reciente presentación de resultados del tercer trimestre por parte de la tabaquera, han llevado a algunos analistas, como los de Morgan Stanley y los de Caja Madrid, a reconsiderar al alza anteriores recomendaciones. La caja de ahorros estima que el negocio de la tabaquera para el período 2004-2010 va a presentar un crecimiento anual acumulado económico en ventas del 7%.

Pero como en la feria, en las estimaciones de resultados para Altadis hay opiniones para todos los gustos. Otros analistas, como los de ACF, son menos optimistas. Señalan que la proliferación de marcas de cigarrillos de bajo precio en España, que aumentan la competencia y reducen los márgenes de la hispanofrancesa, y la nueva ley antitabaco van a afectar negativamente a las cuentas de Altadis. Estiman una posible caída en sus volúmenes de ventas del 9% en 2006. ACF recuerda, además, que el consumo de cigarrillos cae o se estanca desde hace tiempo en sus dos mercados principales, Francia y España, y en Alemania, y que el mercado de cigarrillos español es el principal generador de su resultado bruto de explotación.

Las ventas de cigarrillos en España, según datos del Comisionado para el mercado de Tabacos, crecieron en España en septiembre por primera vez en 2005. Tras varios meses de descensos consecutivos, las ventas de cigarrillos alcanzaron los 70.919 millones de unidades a 30 de septiembre, un 1,6% más que en igual periodo de 2004, gracias fundamentalmente a las marcas de bajo precio.

Fuentes de las tabaqueras matizan, sin embargo, los datos del Comisionado. Señalan que un aumento de las ventas no es igual a un incremento del consumo. Las primeras han subido porque la diferencia de precios con Francia ha provocado una escalada de compras transfronterizas en España y por la fuerte demanda de los turistas británicos por el mismo motivo. Un incremento de compras que beneficia poco a Altadis porque los franceses buscan en España marcas americanas y los británicos marcas inglesas.

En los nueve primeros meses del año, los ingresos por venta de cigarrillos rubios de Altadis han crecido un 2,1% pero las de cigarrillos negros han caído un 12,5%. Y la cuota de mercado de cigarrillos rubios en España se ha estabilizado en el 25,5% (26,9% en 2004). Su cuota en Francia se ha mantenido y sus ventas en unidades han caído significativamente en Alemania e Italia.

Altadis obtuvo un beneficio neto de 423 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 3,7% con respecto al mismo periodo de 2004, debido a la diferente tasa impositiva aplicada en ambos años. Las ventas de la tabaquera que preside Antonio Vázquez crecieron un 15,7%, hasta los 3.040 millones, mientras que el resultado bruto de explotación de la compañía (ebitda) creció un 10,1% con respecto a 2004, hasta situarse en los 909 millones de euros.

La empresa indicó que los resultados del periodo han mejorado "notablemente", debido a las recientes adquisiciones en Rusia e Italia, junto con una "muy buena" evolución del negocio de cigarros. Las tres líneas de negocio del grupo impulsaron su facturación. Así, los ingresos del área de cigarrillos crecieron un 5,9%, los del negocio de cigarros un 6,4%, y los de logística un 35,1%.

Cierres e integración de sedes

El plan de reestructuración industrial que está llevando a cabo Altadis y que concluirá en 2007 con una reducción de personal de 1.500 personas, ha terminado ya en Marruecos y Francia (en este país se han cerrado ya 6 centros de trabajo) y está muy adelantado en España (cierres de plantas en Sevilla y Cádiz). Los beneficios recurrentes estimados de esta reestructuración por la compañía, unos 90 millones de euros, se repartirán entre 2005 y 2006.

Sin haber concluido este plan, Altadis ya prepara de nuevo las tijeras. El nuevo plan de ahorro de costes de Altadis, cuyo contenido se anunciará antes de la presentación de resultados del ejercicio, prevista para febrero de 2006, podría contemplar según los analistas de Deutsche Bank una reducción de gastos hasta 2008 de entre 30.000 y 40.000 millones de euros, fundamentalmente por cierre e integración de sedes y oficinas en Francia y España.

Antonio Vázquez.
Antonio Vázquez.

El truco de las cajetillas de bajo precio

Una de las medidas defensivas adoptadas por los fabricantes frente a las restricciones al consumo del tabaco en Europa ha sido la introducción de cigarrillos baratos. Las llamadas marcas de bajo precio han aumentado un 50% en el año y suponen ya casi el 15% del total de las ventas de cigarrillos en España. Fuentes de Altadis recuerdan, sin embargo, que su grupo ha entrado tarde y forzado a competir en este segmento de cajetillas de rubio que se venden entre 1 y 1,5 euros. "Lanzamos Ducados Rubio en la primera semana de julio", explican, y aunque en estos meses nos hemos hecho ya con el 25% de las ventas "no nos sentimos cómodos".

"No nos gusta esta estrategia de bajos precios", agregan, porque irrita a las autoridades sanitarias y fiscales y reduce nuestros márgenes y los de la red minorista de distribución que trabaja con un porcentaje fijo sobre el precio de venta al público de las cajetillas.

El Gobierno, que ve en estas labores baratas una amenaza a sus medidas en pro de la reducción del consumo de tabaco, baraja como respuesta la posible introducción de un precio mínimo obligatorio de venta al público para las cajetillas de cigarrillos, en torno a los 3 euros, como se ha hecho ya en otros países.

Altadis, pese a no sentirse cómoda en este segmento de mercado, ha decidido sin embargo trasladar sólo una parte de la reciente subida del impuesto del tabaco (un incremento medio de 10 céntimos por cajetilla destinado a financiar el déficit sanitario) al consumidor. Sólo ha incrementado en 5 céntimos de euros el precio de las cajetillas en sus principales marcas y además ha absorbido la totalidad del incremento fiscal en el caso de Ducados Rubio, cuyas cajetillas se siguen vendiendo a 1,35 euros en los estancos. No en vano, el 50% del negocio de Altadis procede de los cigarrillos frente a un 25% de los cigarros y un 25% de la logística.

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