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Reportaje:EL PP MOVILIZA A SUS MILITANTES

Las pancartas de los populares

El primer partido de la oposición ha alentado la participación en siete grandes actos de protesta

Elsa Granda

El PP ha apoyado y alentado un acto de protesta contra el Gobierno cada dos meses, de media, en lo que va de año. Todos ellos puntales de las más contundentes batallas de los populares en el Congreso. Desde el 22 de enero, cuando la Asociación de Víctimas del Terrorismo salió a la calle "en defensa de las víctimas" de la violencia terrorista, hasta ayer, cuando el partido de Mariano Rajoy convocó a los ciudadanos en "defensa de la Constitución", la plana mayor del principal partido de la oposición se ha dejado ver tras las pancartas de las más variadas marchas reivindicativas.

El PP ha servido de altavoz y ha utilizado su vigorosa capacidad de convocatoria para alentar la participación, y en la mayoría de las ocasiones ha puesto al servicio de sus simpatizantes los medios para acudir a las manifestaciones. Su apoyo público a las concentraciones cada vez ha sido más enérgico, y la de ayer es la primera que convoca por su cuenta.

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Días después aquella primera manifestación de la AVT, en la que el ministro José Bono fue increpado y agredido, se supo que el secretario general de los populares madrileños, Francisco Granados, había enviado una carta a las agrupaciones de distrito y municipios animando a la movilización de los afiliados, con argumentos y razones que no tenían que ver con la convocatoria. Lo que debía ser un homenaje unitario de los partidos y el Gobierno a las víctimas, al que acudieron 35.000 personas, derivó en un acto de protesta contra el Ejecutivo y en defensa de la unidad de España. Comandó la representación del PP su secretario general, Ángel Acebes.

El segundo acto del año corrió también a cargo de la AVT, con un apoyo mucho más abierto por parte de los populares. Se produjo después de que el Congreso aprobara una resolución para que el Gobierno pudiera dialogar con ETA si ésta dejaba definitivamente las armas. Era el 4 de junio, y entre los asistentes se encontraban el ex presidente José María Aznar, Rajoy y la plana mayor del PP. Hacía ya varios días que las organizaciones provinciales populares habían empezado a enviar cartas a sus militantes para solicitar su asistencia. Se ofrecían autobuses gratuitos. Tras la protesta, el PP retó al Ejecutivo a elegir entre hacer caso a Batasuna o a los manifestantes. La Delegación del Gobierno calculó 240.000 asistentes.

Ese mismo mes se produjeron dos manifestaciones más. El día 11, en Salamanca, entre 30.000 y 75.000 personas reclamaron que el Gobierno diese marcha atrás en su decisión de trasladar a Cataluña parte de los fondos del Archivo de la Guerra Civil. Tanto Ángel Acebes como el portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, estuvieron en primera fila. Más multitudinaria fue la marcha celebrada en Madrid el día 18 de ese mes, convocada por el Foro de la Familia para protestar contra los matrimonios entre personas del mismo sexo, bajo el eslogan de En defensa de la familia. Las cifras de asistentes fueron motivo de polémica: entre 166.000, según la Delegación del Gobierno, y millón y medio, según los organizadores. La dirección del PP anunció animó a sus militantes, votantes y simpatizantes a sumarse a la manifestación. Entre los manifestantes se encontraban 19 obispos, encabezados por el cardenal Antonio María Rouco, y una nutrida representación del PP, dirigida por Acebes y Zaplana. Casi un mes más tarde, el 14 de julio, la marcha convocada por la asociación de regantes de Murcia, bajo el lema En defensa del trasvase Tajo-Segura, estuvo encabezada por Rajoy.

Otro de los grandes hitos, en cuanto a pancartas, fue la manifestación contra la Ley Orgánica de Educación, convocada por la Confederación de Padres Católicos. A este acto, celebrado en el centro de Madrid el 12 de noviembre, acudieron la plana mayor del PP y cientos de miles de personas. Rajoy llamó personalmente a los militantes a manifestarse, pero él no acudió por motivos de salud.

La nueva estrategia del PP contrasta con la posición que mantuvo en sus años de Gobierno, cuando Aznar calificaba a los partidos que participaban en las protestas contra la invasión de Irak y la gestión del Prestige de "pancarteros". El PP, que ahora pide que el Ejecutivo escuche a los manifestantes, fue capaz de resistirse, cuando gobernaba, a siete multitudinarias marchas contra la guerra. Cuando fue criticado por la crisis del petrolero, Aznar atacó a sus acusadores calificándolos de "resentidos" que "ladraban su rencor por las esquinas". Sobre José Luis Rodríguez Zapatero, Aznar se refirió aquellos días así: "A un dirigente político le es exigible no tanto andar de manifestación en manifestación y de pancarta en pancarta, sino tener criterio..." o "ya sabemos que está más cómodo detrás de las pancartas que haciendo política seria y responsable".

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