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Reportaje:

La constelación insurgente

La proliferación de grupos rebeldes y su falta de jerarquía es la principal dificultad para destruirlos, según expertos de EE UU

He aquí una pequeña muestra de los grupos insurgentes iraquíes que han reivindicado la responsabilidad de diversos atentados en los últimos meses: Defensores del Pueblo Suní, Brigada de la Fe de los Hombres, Ira Islámica, Brigada Suicida Al Baraa bin Malik; Leones Tawid de Abdullah ibn al Zobeir. Aunque algunos, como la Brigada Suicida, aseguran tener relación con Al Qaeda en Mesopotamia, otros dicen que actúan solos o bajo la dirección de otro grupo distinto. Tal vez, la proliferación de grupos es lo que mejor explica por qué la insurgencia resulta tan difícil de destruir.

Diversos responsables iraquíes y estadounidenses en Irak aseguran que la característica más importante de la insurgencia es que está compuesta no por unos cuantos grupos, sino por docenas de ellos, quizá hasta un centenar. Y que, pese a lo que se suele decir, no consiste en una organización coherente cuyos miembros cumplen fielmente las órdenes que les llegan desde arriba, sino en una vasta colección de grupos pequeños que, muchas veces, actúan por su cuenta o se agrupan para un atentado concreto. Al parecer, los grupos más visibles, como Al Qaeda, Ansar al Sunna y el Grupo del Ejército Victorioso, sirven de fachada y proporcionan dinero, orientación general y experiencia a los grupos más pequeños.

Tanto estadounidenses como iraquíes coinciden en que la estructura esencial de la insurgencia iraquí no es jerárquica, sino horizontal, y no es única, sino que se adapta a las circunstancias. Según ellos, este rasgo fundamental es el que hace que sea tan difícil acabar con ella. Cuando se ataca un sector concreto, el resto permanece intacto. No se puede decapitar, porque, en general, no tiene cabeza. "No existe centro de gravedad, ni dirección, ni jerarquía; más que una organización, son una constelación", explica Bruce Hoffman, experto en terrorismo en Rand Corporation. "Han adoptado una estructura que garantiza su longevidad".

El principal objetivo militar de grupos como Al Qaeda y Ansar al Sunna no es vencer, sino simplemente no perder, aguantar hasta que EE UU se harte y se vaya. Ni siquiera la muerte o la captura del líder de Al Qaeda en Mesopotamia, Abu Musab al Zarqaui, acabará con la rebelión.

Un repaso de las docenas de proclamas difundidas por grupos yihadistas en páginas web islámicas permite encontrar más de 100 grupos diferentes que aseguran estar actuando en Irak. La mayoría de esos textos publicados en Internet los localiza y traduce el Instituto SITE, un grupo con sede en Washington que, entre otras cosas, se dedica a seguir la pista de la actividad insurgente en la Red. De los grupos descubiertos por SITE, Al Qaeda asegura controlar 59, y Ansar al Sunna, 36. Ocho grupos dicen que actúan bajo la dirección del Grupo Victorioso, y cinco grupos declaran que están a las órdenes de la Brigada de la Revolución del 20 de Julio. Existen diferencias importantes entre las grandes agrupaciones. Mientras grupos como Al Qaeda y Ansar al Sunna atacan blancos militares o civiles, da la impresión de que otras organizaciones como el Grupo del Ejército Victorioso, al que se cree relacionado con partidarios de Sadam, sólo atacan a soldados estadounidenses o iraquíes.

En los últimos meses, algunos grupos insurgentes han refinado sus objetivos. En julio, Al Qaeda formó la Brigada Omar, dedicada a matar a militantes chiíes, como la Brigada Badr. Desde entonces, la Brigada Omar ha reivindicado docenas de asesinatos.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

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