Urbanismo suspende la licencia de derribo de Can Ricart mientras se decide qué elementos se preservan

El Ayuntamiento de Barcelona ha notificado la orden de suspensión de la licencia de derribo de las naves que integran el conjunto fabril de Can Ricart, en Poblenou. El motivo de la suspensión es que todavía no se ha determinado qué elementos del conjunto pueden quedar preservados en el Catálogo del Patrimonio Industrial del Poblenou, actualmente en proceso de tramitación.

La orden se comunicó ayer, el mismo día que las máquinas retiraron placas de uralita de los techos de algunas naves, operación para la que tenían permiso y que fue supervisada por técnicos del distrito de Sant Martí, según informó un portavoz del mismo. La presencia de máquinas en el recinto alertó a los integrantes de la plataforma contraria al plan especial de transformación de Can Ricart por el temor de que se llevaran por delante las naves. Fuentes de la Asociación de Vecinos de Poblenou manifestaron su preocupación por la posibilidad de que los propietarios de Can Ricart desoyeran la orden.

La definición concreta del proyecto que sustituirá las viejas naves por edificios de oficinas está todavía por determinar. La plataforma de entidades y vecinal pide que se preserve en su totalidad, el propietario mayoritario, el marqués de Can Ricart, tiene ya un plan especial aprobado inicialmente que, no obstante, parece que está sujeto a algún tipo de modificación en el sentido de preservar parte de la traza de las calles y algún elemento de la antigua colonia.

En realidad, la orden de suspensión de la licencia de derribo de Can Ricart se tiene que enmarcar en otra decisión más amplia, la de suspensión de licencias de obras sobre el centenar largo de chimeneas, naves y otros elementos industriales cuya protección se ha propuesto en el inicio del Plan Especial de Patrimonio Industrial del Poblenou, que desarrolla la sociedad municipal 22@ junto con el Museo de Historia de la Ciudad.

El citado plan arrancó el pasado octubre y pretendía abrir un amplio debate con arquitectos, vecinos y entidades, muchos de los cuales habían alertado de que la transformación del suelo industrial del Poblenou en el 22@ se estaba llevando por delante no pocos elementos singulares de la memoria industrial de la Barcelona de finales del siglo XIX y XX. Ahora se deberá dedicidir qué se cataloga y en qué nivel de protección.