_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los autobuses del arzobispo

Señor arzobispo: he leído sin sorpresa en los diarios granadinos que pretende usted de nuevo fletar autobuses para una nueva protesta en Madrid; sin embargo, para quejas más mundanas (veánse: guerras, hambrunas, catástrofes, derechos humanos), no se le ha visto a usted fletar ni el coche de Pedro Picapiedra. En fin, cada cual con su conciencia; atendiendo a la mía, quiero decirle, señor arzobispo, lo confieso públicamente, yo he sido uno de los que ha dejado de financiar su dorada y rica Iglesia, no porque éstas me disgusten, sino porque entiendo que cualquier negocio privado ha de subvencionarse por sus propios medios, o como sus gerentes y mecenas estimen oportuno; que, en su caso, podría ser como Dios manda.

También le confieso que la Ley Orgánica de Educación (LOE), dentro de sus defectos, que los tiene, me gusta mucho más que la que se propone desde los foros católicos, más a la derecha de Dios. También le confieso que los colegios concertados no me gustan demasiado, nunca me agradaron las medias tintas, ni los intermediarios de nada, ni nadie; me gusta lo público, aunque acepto lo privado, respeto por supuesto a la Iglesia y más aún cuando ésta se acostumbre a respetar a quienes no compartan sus tesis.

Le confieso también que me gustaría ver mi país laico, con sus escuelas dedicadas a la enseñanza libre y de un ser humano sin temores innecesarios, que el olor del incienso sólo invada las iglesias y la Semana Santa. Por cierto, también le confieso, señor arzobispo, que pertenecí a una de estas cofradías y le puedo asegurar, hablando de financiación, que trabajando bien puede obtenerse de éstas una magnífica financiación para la Iglesia (aquí hay taco).

En fin, le confieso que una vez formé parte de su Iglesia, pero gracias a actitudes como las que usted suele mostrar, ahora soy libre, hasta para creer en Dios, pero sepa que no le guardo rencor alguno, soy comerciante y lo comprendo mejor que nadie. Le confieso, además, que si tan perseguidos larvadamente cree usted que están los cristianos, no dude en avisarme, si tuvieran que excavar de nuevo algunas catacumbas para los "perseguidos" cristianos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_