Territorios de visita obligada

El País Vasco era punto de paso obligado para los viajeros que querían llegar a la corte española, pero también un lugar apetecido por los primeros pireneístas, geógrafos, paisajistas, incluso por quienes se acercaban a este territorio por motivos políticos o profesionales. La Fundación Sancho el Sabio de Vitoria presenta hasta el 28 de febrero El viaje por el ayer, una selección de estos relatos, escritos entre los siglos XVI y XVIII, procedentes de los fondos de la mejor biblioteca de temas vascos.

Las obras (24 en total, dos de ellas manuscritas) que se muestran en el palacio de Zulueta (Paseo de la Senda, 2), sede de la fundación, son en su mayoría descripciones de quien estaba de paso por el País Vasco. Como el astrónomo Pedro de Medina, quien en su Libro de grandezas y cosas memorables de España (1548) describe Hondarribia, San Sebastián, Vitoria y Bilbao, además de dedicar de un capítulo entero al reino de Navarra. La belleza del volumen reside en su tipografía gótica y en la calidad de los grabados.

La exposición presenta en total 24 obras, dos de ellas manuscritas

La muestra también recoge las visiones de viajeros franceses, ingleses, suizos o flamencos, como Johannes de Laet, quien pasó por Vizcaya y Navarra. Muchas de las obras expuestas se pueden considerar como antecedentes de las guías de viaje actuales, en las que se valora la fiabilidad de los datos y el gusto por el detalle costumbrista, como ocurre con A tour through Spain and Portugal (1750), del galés Udal a Rhys, muy citada en su tiempo.

Luego están las curiosidades, entre las que destaca por lo lujoso de la edición, la obra de Leonardo del Castillo, secretario de Felipe IV, que relata el viaje hasta la frontera francesa de la comitiva regia que conducía al propio monarca y a la infanta María Teresa de Austria para su boda con Luis XIV. El volumen, editado en 1667, recorre al detalle el camino real a su paso por Álava y Guipúzcoa. Las páginas que se han elegido para la muestra (todos los volúmenes se exhiben protegidos por una vitrina) recogen el momento en que, a orillas del Bidasoa, se encuentran las comitivas de ambas monarquías. Como decía ayer Carmen Gómez, directora de la Sancho el Sabio, el detalle del grabado es tal "que se pueden reconocer a los principales personajes que participaron en el enlace".

Pocos años después de esta boda, la marquesa D'Aulnoy realizó su primer recorrido por España, que relató de forma epistolar y se publicó en 1691. Los franceses son autores de algunas de las mejores crónicas sobre el País Vasco de esos siglos, en más de una ocasión no exentas de críticas, que también se recogen en El viaje por el ayer. Por ejemplo, Jean François Peyron describe Vitoria como ciudad de casas mal construidas y calles oscuras y estrechas, de la que sólo salva el gótico de su iglesia, actual catedral, de Santa María. Dentro del apunte naturalista, destaca el libro de Carbonnieres, considerado el padre del pireneísmo.

Todas las obras expuestas pueden consultarse en la web de la fundación: www.fsancho-sabio.es.