Aznar afirma que a ETA "le interesa mucho" que el Estatuto hable de nación
El ex presidente alerta contra el proyecto catalán en la presentación de su nueva editorial
Arropado por la plana mayor de su partido y por el ex presidente Leopoldo Calvo Sotelo, José María Aznar presentó ayer la nueva editorial Gota a Gota, promovida por la fundación FAES, que él preside. Y aprovechó la presentación de los tres libros con los que arranca la editorial para remachar su censura contra el proyecto de Estatuto catalán. Aznar se zambulló en la última polémica a cuenta del Estatuto y el comunicado de ETA. Afirmó que "a la banda terrorista le interesa mucho que el Estatuto catalán atribuya algún tipo de carácter de nación" y pidió que la gente "se fije" en ello.
Mariano Rajoy llegó tarde por un retraso en el vuelo que le traía, con Josep Piqué, de Barcelona. Ya estaban encabezando la delegación de su partido Ángel Acebes y Eduardo Zaplana. Pero Rajoy llegó con tiempo de oír cómo su predecesor utilizaba casi las mismas frases que él para denostar el nuevo Estatuto catalán. "Este proyecto es la ruptura del pacto constitucional. Ruptura desde sus mismas bases, porque significa la quiebra de la soberanía nacional, la liquidación de la Administración del Estado en una comunidad autónoma y la instauración de un nuevo sistema -nuevo e inédito en todo el mundo- que va más allá de lo confederal".
Al igual que a diario hace Rajoy, Aznar mantuvo que "se trata de un proyecto insolidario por prever un sistema de financiación privilegiado e imposible de extender a otras comunidades autónomas". También como Rajoy, Aznar afirmó que "es un proyecto intervencionista hasta lo impensable, que empobrecería peligrosamente a los catalanes".
Y, a diferencia de Rajoy, Aznar insistió en que, a su juicio, si el Estatuto sale adelante llevará "a un cambio de régimen político". Rajoy sólo dice que es un cambio de modelo de Estado. Los motivos de ese "cambio de régimen" sí coinciden con lo que cada día mantiene Rajoy. Según Aznar, "se pasa de la soberanía nacional a la plurinacional, del Estado de las autonomías a la confederación, del multilateralismo al bilateralismo, y de la igualdad de derechos de los españoles a los privilegios territoriales".
El paralelismo de sus mensajes continuó en que ese cambio, sea de régimen o de modelo de Estado, "pretende hacerse sin el consenso de uno de los grandes partidos de implantación nacional y por la vía fraudulenta e inconstitucional de tramitarlo como si fuera sólo la reforma de un estatuto de autonomía, el lugar de hacerlo como lo que es, una reforma de la Constitución".
Esta digresión de Aznar sobre el proyecto de Estatuto catalán tuvo como apoyo su resumen del libro El camino a la democracia en España. 1931 y 1978, de Manuel Álvarez Tardío, un joven profesor universitario que compara cómo se elaboraron las dos últimas Constituciones españoles. Tardío concluye que es más estable el modelo de la Transición porque no buscó hacer una Constitución que fuera "un instrumento de partido", ni "un programa de revolución política", sino "un acuerdo de todos" sobre "la base de la democracia liberal".
"El final del modelo francés"
Junto con el libro de Álvarez Tardío, que servirá de texto de cabecera a las tesis que mantiene el PP para defender el "consenso constitucional", la nueva editorial de Aznar presentó también la traducción al castellano de La France qui tombé (Francia en declive), de Nicolas Baverez. El autor ha redactado un nuevo capítulo de introducción para la edición española y ayer afirmó que las últimas semanas de incendios y disturbios en Francia muestran "el final del modelo francés". Francia y Europa, según Baverez, sólo encontrarán la salida a su crisis si "aceptan el liberalismo". Puso a Reino Unido como ejemplo y citó al general De Gaulle cuando dijo: "Francia sólo hace reformas cuando hay revoluciones". Baverez pronosticó: "Si ahora no hay reformas, habrá revolución". Y Aznar estuvo de acuerdo en que la solución son siempre las reformas de corte liberal.
El tercer libro de la nueva editorial de Aznar es de Amando de Miguel, quien elogió al ex presidente y criticó al "pensamiento progresista dominante".
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