Subvenciones bajo sospecha en el Athletic
El Tribunal Vasco de Cuentas Públicas investiga las ayudas de la Diputación Foral de Vizcaya al club
El Tribunal Vasco de Cuentas Publicas auditará las ayudas de la Diputación Foral de Vizcaya al Athletic aprobadas en 2002 y que consistían en una subvención de seis millones de euros para cuatro años a cambio de lucir publicidad institucional de Vizcaya en las camisetas de los entrenamientos y de lucir sus emblemas en las conferencias de prensa. Aquella aportación permitió al Athletic enjugar parte de su déficit económico, contra el que se habían manifestado diversos estamentos políticos e institucionales.
La comisión de Economía del Parlamento vasco aprobó ayer las prioridades de fiscalización del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) para 2006. Entre estas prioridades se incluye la auditoría de las ayudas recibidas por los clubes de fútbol vizcaínos por parte de la Diputación en el periodo comprendido entre 2000 y 2005. Ésta es una petición del PSE, que, en principio, hacía referencia única y exclusivamente a las ayudas concedidas por el departamento foral de Hacienda al Athletic. Al final, y tras un intercambio de opiniones con el resto de los partidos, los socialistas suprimieron la referencia expresa al Athletic y extendieron su petición de auditar y calcular la deuda fiscal al conjunto de los clubes de fútbol de Vizcaya, aunque el objetivo principal sigue siendo la entidad de Ibaigane. La socialista Joana Madrigal explicó que se trata de comprobar "la idoneidad de los procedimientos llevados a cabo por la Hacienda vizcaína" durante ese periodo de 2000 a 2005.
A mediados de este mes, el Tribunal Vasco de Cuentas ya propinó un varapalo a la Diputación de Guipúzcoa por su decisión de conceder en abril de 2003 una subvención de nueve millones de euros a la Real Sociedad para financiar las obras de ampliación de la ciudad deportiva de Zubieta XXI. El informe del órgano fiscalizador concluye que esta ayuda económica incumple la normativa relativa a subvenciones y fue otorgada sin consignación presupuestaria y mediante un procedimiento irregular.
La situación del Athletic se agravó cuando se conoció que había cometido un fraude fiscal de 7,1 millones con la Hacienda vizcaína, iniciado en 1997 -cuando el actual presidente, Fernando Lamikiz, era secretario de la Junta-, al falsear la liquidación de los contratos con sus futbolistas. La situación afeaba la conducta de ambas entidades. La de la Diputación, por conceder una subvención a un club deudor -de haber sido a sabiendas, habría supuesto una prevaricación, nunca demostrada- y la del Athletic por apelar a la institución foral sabiendo que había infringido la normativa fiscal.
El asunto se zanjó por la vía rápida con la nueva junta directiva del Athletic. Ambos llegaron a un aplazamiento de la deuda, que el Athletic pagará en un plazo amplio -no menor a 20 años- porque, de lo contrario, habría supuesto su bancarrota.
Sin embargo, en ese periodo, el Athletic alcanzó un acuerdo con el Gobierno vasco para que le subvencionara económicamente su presencia en la Copa de la UEFA. El Ejecutivo autonómico aportaba 450.000 euros a cambio de que el Athletic luciera en esa competición el emblema Euskadi en sus camisetas. A juicio de algunos miembros del TVCP, esa actuación del Gobierno no parecía apropiada en cuanto que el cub rojiblanco no estaba al corriente de pagos con Hacienda.
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