La UMD y la transición

Leí con mucho interés el artículo publicado por Alberto Oliart en el suplemento especial con motivo de los 30 años de la coronación del rey Juan Carlos. Se trata de un extenso texto muy bien documentado y hasta testimonial en algunos de sus párrafos. Sin embargo, desde la buenas relaciones, y hasta complicidades, que me unieron entonces y mantengo ahora con Alberto Oliart, me veo en la obligación de matizarle un asunto concreto. Dice Oliart que a la muerte de Franco existían dos tendencias en las Fuerzas Armadas: una mayoritaria, la inmovilista, cuyos integrantes eran mayoritariamente los altos mandos, y otra reformista, en torno a los servicios de información del Seced.

Olvida el ex ministro una tercera, minoritaria, sí -nunca pasaron de un centenar sus miembros comprometidos-, que fue la que se aglutinó en torno a la Unión Militar Democrática (UMD), nueve de cuyos miembros fueron condenados y expulsados del Ejército, que se movía en el centro de gravedad de la entonces llamada Oposición Democrática, y que crearon, con su salida a la luz, un sentimiento de inseguridad en las fuerzas más reaccionarias de los ejércitos, extremo que ha sido reconocido por prestigiosos historiadores.

No me parece justo el lapsus de mi amigo Oliart que borra a esta organización, la UMD, de la historia de España, precisamente cuando, por segunda vez, el Parlamento español estudia la posibilidad de un reconocimiento a su labor y a su generosidad cuando se autodisolvió al llegar la democracia.