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Reportaje:LAS LISTAS DE ESPERA QUIRÚRGICAS

Tres casos distintos, final parecido

Varios pacientes explican que la Consejería de Sanidad les da fechas para operarles en 2006 y que algunas clínicas privadas no realizan seguimiento del paciente después de intervenirle

Tres nuevos casos. En los últimos días el diario EL PAÍS recibe cartas y llamadas telefónicas de personas que quieren contar su experiencia en la lista de espera quirúrgica. La mayor parte asegura que padece esperas superiores a los 30 días, tiempo fijado por la presidenta regional, Esperanza Aguirre, como el periodo máximo de espera para ser intervenido quirúrgicamente. A continuación, se exponen tres de estos casos.

AMPARO PANIZA Rechazó el centro alternativo y sigue esperando

"Yo ya no sé qué hacer para que me oigan. Lo que me están haciendo a mí es inhumano. Yo no soy de ningún partido, pero me muero de rabia cuando la gente miente". Amparo Paniza tiene 58 años, es de Getafe, y lleva varios meses encerrada en casa esperando a que la llamen para operarla. Es uno de los 6.735 madrileños que rechazaron un hospital alternativo para operarse. Para ellos no cuenta la ambiciosa promesa electoral de Aguirre de reducir las listas de espera quirúrgica a un máximo de 30 días.

El médico le dijo que un hueso del dedo gordo de un pie estaba creciendo "para afuera" y que tenía que operarla. Eso ocurrió en los primeros días del pasado julio. Enseguida recibió una tarjeta con la que podía consultar en Internet en qué situación estaba en la lista de espera de la Consejería de Sanidad. A los pocos días le llamaron del hospital de Getafe. "Me ofrecieron que me operara en ese momento en el hospital de la Cruz Roja de Madrid. Pero no me interesa. Porque está a más de 20 kilómetros de mi casa y de mi familia; no me gusta ese hospital y además no me parece bien que yo tenga que sacrificarme por una promesa electoral", argumenta Amparo.

Al rechazar operarse en la Cruz Roja, le advirtieron a Amparo de que la espera sería larga. En la ficha de Internet donde constaba su situación en el registro de pacientes apareció la siguiente anotación: "El tiempo medio de espera de los pacientes que han sido intervenidos en su mismo hospital y servicio en el último mes en situación de rechazo de derivación a centro alternativo ha sido de 174 días. Usted ha rechazado ser intervenida en un centro concertado en fecha 5 de julio de 2005. Por lo que está en situación de espera voluntaria a la espera de ser intervenida en su hospital de origen".

Le volvieron a insistir en octubre ofreciéndole, además, la clínica Nuestra Señora del Valle. "Le pregunté a la persona que me llamó si tardaría menos en ser operada si elegía una de esas clínicas. ¡Y me dijo que por lo menos un mes y medio! Ya me indigné porque a este paso me van a dar por saco. ¿Pero no quedamos que no había lista de espera?", concluye Amparo.

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DALIA AYUSO Enferma preferente desde febrero de 2004

Necesita muletas para caminar desde hace dos años. Dalia está pendiente de ser operada de la cadera. "Tengo lo que se llama desgaste de caderas. Las dos están mal, pero sobre todo la derecha. De ésa es de la que me quieren operar antes", cuenta. Los primeros síntomas de Dalia aparecieron en febrero de 2004. "Tenía dolores en la ingle muy fuertes y el 17 de febrero acudí al médico de cabecera que tras explorarme ya me dijo que lo que sufría era un desgaste de cadera. La situación les pareció tan preocupante que me declararon enferma preferente".

Un mes después, Dalia era recibida por el traumatólogo de centro de Moratalaz que, también alarmado por la situación, decidió enviarla a la Clínica Ruber para que le hicieran una resonancia magnética "La siguiente me la dieron para el 13 de septiembre. Allí, el especialista confirmó que me tenían que operar y ahora me han dado hora para el 17 de febrero de 2006. Es decir, habrán pasado dos años desde que mi doctor de cabecera me diagnosticó el desgaste de la cadera y me anunció que la única solución era una prótesis cuando me vea el cirujano".

Dalia está indignada con Esperanza Aguirre. "Ella podrá decir lo que quiera", afirma. Para que su caso se conociera se acercó en un acto a Rafael Simancas, portavoz socialista en la Asamblea, y se puso en contacto con este periódico. "Parece que los casos que salen en el periódico los rescatan del olvido. Por favor, cuente mi historia, a ver si me operan de una vez".

IRENE VALLEPONS "Con los puntos un mes después de operarse"

En agosto, tres familiares de Irene Vallepons esperaban a ser operados -su madre y sus dos hijos-. Todos rechazaron un centro alternativo para la intervención. "En el caso de mi hijo, que tenía una fractura de ligamento cruzado, le ofrecían la clínica Anderson, que es especializada en oncología. No me inspiró mucha confianza esa opción, y decidimos esperar para que le operaran en la Paz". Sin embargo, Javier, el mejor amigo de su hijo, que tenía la misma lesión que él, optó por la clínica alternativa. "Fue un error. El pobre seguía inyectándose Eparina [un anticoagulante] dos meses después de haber sido operado porque nadie le había dicho que debía dejar de hacerlo", relata Irene.

Según Irene, nadie se hizo cargo del posoperatorio de Javier en el centro hospitalario concertado en el que accedió a ser operado. Pero no es un caso aislado. Irene es médico en un centro de urgencias hospitalarias y ve todos los días pacientes a los que no les hacen seguimiento y que aparecen por allí "con los puntos puestos un mes después de haberles operado". "Cuando los enfermos van a la clínica privada, les dicen que no se comprometieron a hacerles el seguimiento", concluye.

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