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El Guggenheim muestra la fuerza expresiva de las manos

La colección de Henry M. Buhl recorre más de 160 años de fotografía

Henry M. Buhl comenzó a coleccionar fotografías hace 12 años al abandonar su carrera financiera en Wall Street y Ginebra. Desde entonces ha adquirido más de un millar de piezas, que sólo muestran manos. La exposición Hablando con las manos, que mañana se abre al público en el Museo Guggenheim Bilbao, ha seleccionado 160 obras de su colección que permiten recorrer la historia de la fotografía desde 1840.

Henry M.Buhl cree que las manos "representan todo lo que hacemos en la vida" y están conectadas con el desarrollo del cerebro humano, pero la razón por la que comenzó a coleccionar fotografías que muestran manos fue casual. En 1993 un galerista le ofreció una fotografía realizada con gelatina de plata en la que Alfred Stieglitz había plasmado en 1920 las manos de su esposa, la pintora Georgia O'Keeffe, mientras cosía. Ex fotógrafo de bodas y aficionado al mundo de la imagen, Buhl entró de lleno en el coleccionismo de fotografía tras adquirir la imagen de Stieglitz. En 10 años consiguió llegar a las 1.000 fotografías de todo tipo y técnica, que recorren una cronología de más de 160 años, firmadas por maestros como Nadar, Man Ray, Alexander Rodchenko, Irving Penn, Cindy Sherman, Wolfgang Tillman, Robert Capa, Robert Mapplethorpe y Annie Leibovitz, entre otros. Y siempre relacionadas con las manos. Sólo dos de ellas fueron encargos, las realizadas por los fotógrafos John Baldessari y Gary Schneider.

Desde 1840

Hablando con las manos reúne 160 fotografías de la colección Buhl, seleccionadas por Jennifer Blessing con la intención de mostrar que la capacidad de la fotografía para captar el detalle y el movimiento efímero ha favorecido desde su invención la representación de la mano. La exposición recorre la historia de la fotografía a partir de un contacto fotográfico realizado en 1840 por William Henry Fox Talbot sobre un escrito de Lord Byron -es uno de los escasos ejemplos en los que no se representa directamente una mano- y llega hasta series de polaroid o imágenes digitales posteriores a 2000.

Blessing ha ordenado las fotografías en tres grupos combinando los temas y la cronología. La primera sala muestra los gestos de la vida cotidiana, de la política y el teatro. Después la comisaria ha reunido piezas creadas entre 1920 y 1950, muchas de ellas realizadas bajo la influencia de las vanguardias artísticas, que se enfrentan a fotografías de los últimos 25 años. Hablando con las manos concluye con fotografías hechas a partir de 1980, con obras que yuxtaponen imágenes y textos y toman préstamos de los medios de comunicación.

La fiebre coleccionista de Buhl le ha llevado a adquirir hasta un centenar de fotografías en un año. Ahora ha bajado el ritmo de compra y en los últimos tiempos prefiere las esculturas. Su colección ya tiene 40 piezas, que también representan manos. Entre ellas están una obra de Picasso y un bronce de Rodin, que ilustran una agenda que Buhl pone a la venta al precio de 21 euros para recaudar fondos destinados a un programa de búsqueda de empleo para los sin techo, una de las iniciativas sociales que lidera en Estados Unidos.

Henry M. Buhl, delante de una foto de Picasso, en el Guggenheim Bilbao.
Henry M. Buhl, delante de una foto de Picasso, en el Guggenheim Bilbao.SANTOS CIRILO
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