Las diputaciones buscan un tipo del Impuesto de Sociedades hasta 2007

El adelanto hecho por el presidente Rodríguez Zapatero sobre la reforma que el Gobierno central prepara para el Impuesto de Sociedades en 2007 ha sacudido aún más la maltrecha situación de las normas forales que regulan los beneficios empresariales en los tres territorios vascos. Euskadi vive sin tipo general del Impuesto de Sociedades tras la sentencia del Tribunal Superior del País Vasco (TSJPV) que la semana pasada declaró nulo el tipo del 32,5%. El Superior entiende que mantenerlo, como hicieron las haciendas forales, supone incumplir la sentencia del Supremo que en diciembre pasado declaró ilegales los aspectos diferenciales el impuesto vasco, respecto al vigente en el resto de España.

Ante este nuevo revés judicial, el Gobierno vasco y las diputaciones han decidido aprobar un tipo impositivo que cubra el vacío legal creado, a la espera de abordar una reforma global del impuesto una vez conozcan por dónde va a ir la del Gobierno central. Sin embargo, el restraso en los planes de éste va alargar la provisionalidad hasta el ejercicio de 2007.

El anuncio de Zapatero de reducir el tipo hasta el 30% ha reavivado las críticas a las decisiones de los tribunales, interpretadas como un ataque a la autonomía tributaria del Concierto Económico. Las haciendas vascas barajan varias fórmulas. Una de ellas sería modificar el tipo, que en ningun caso será similar al 35% de territorio común; otra, acompañar este cambio de una declaración de reivindicación de su autonomía fiscal. Y otra, aplicar diversos tipos según las empresas (grande, mediana y pequeña), pero dejando globalmente las cosas como hasta ahora.El debate entre las haciendas vascas sobre el tipo del Impuesto de Sociedades ha tenido durante el último año un toque emocional. Aferrándose a la capacidad normativa tributaria que reconoce el Concierto, las diputaciones optaron por repetir en la norma-puente aprobada en marzo un tipo del 32,5%, justo la cifra rechazada por el Supremo. "¿Estás o no estás con el Concierto?", fue una frase que, según alguno de los presentes en las reuniones entre las diputaciones y el Gobierno se repetía. Como todos llegaron a la conclusión de que estaban con el Concierto, se acordó mantener el 32,5%, sin calcular que, ante nuevos recursos de las comunidades limítrofes, el Tribunal Superior lo consideraría un acto de incumplimiento de la sentencia del Supremo, la última instancia judicial.

Ahora el debate del corazón y las ideas vuelve a ir por en la misma dirección. Sin embargo, todos aceptan que no se puede repetir el tipo. No hay más remedio que cambiar. Existía una cierta confianza en que el proyecto del Gobierno central de modificar el impuesto en territorio común para 2006 facilitaría las cosas en Euskadi. Pero los tiempos no han encajado y las empresas necesitan saber a qué tipo van a tributar este ejercicio y el próximo, ya que, en el mejor de los casos, la reforma global del impuesto no se aplicaría hasta el de 2007 (se liquida en julio del año siguiente). Ayer mismo el presidente de la patronal vasca (Confebask), Miguel Lazpiur, se alegró de la rebaja anunciada por el presidente Zapatero y dijo que su colectivo aceptaría sin reparos un descenso, porque sería "beneficioso". En más de una ocasión han pedido también los empresarios estabilidad en el marco tributario.

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, anticipó hace diez días, en una entrevista concedida a este diario, que el Gobierno y las diputaciones preparaban una reforma general del impuesto, que se haría el año que viene.

El problema está en cómo llenar el vacío planteado por la anulación judicial del tipo del 32,5%, en tanto no se aborda la aprobación del futuro impuesto. La única opción descartada por las diputaciones es establecer, de forma provisional o supletoriamente, el gravamen del 35% vigente en territorio común.

Mantener la diferencia

En el fondo, todo pasa por mantener la diferencia. Preguntada sobre el asunto, la portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, señaló ayer: "Es responsabilidad del Ejecutivo central hacer ese cambio, lo mismo que es responsabilidad de este Gobierno actuar y establecer el Impuesto de Sociedades que nos parezca más adecuado para nuestro autogobierno", informa Isabel C. Martínez. A juicio de Azkarate, la bajada anunciada por Zapatero "deja al descubierto el sinsentido de determinadas sentencias", en referencia a las que han cuestionado el tipo impositivo del 32,5% que aplican las haciendas vascas, y de otras "declaraciones" sobre el particular. Sobre el fondo del asunto, Azkarate se limitó a afirmar que al Gobierno "no le parece mal" la rebaja.

Los tres diputados generales también aprovecharon ayer la ola generada por Zapatero para opinar. El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, confirmó que "esta semana o la próxima" se hará público el nuevo tipo del Impuesto de Sociedades, en fase de discusión entre las tres diputaciones. "El que pongamos no será el de España [el 35%]", anticipó. "No vamos a agachar la cabeza". Bilbao aseguró desconocer el tipo que se acordará y agregó que las reuniones entre las tres haciendas continuarán en los próximos días para definir otros aspectos, como la metodología de la nueva norma que regule el tipo impositivo de forma provisional hasta que se aborde la reforma del impuesto.

El diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, señaló su deseo de que la promesa de cambio en el impuesto anunciada por Zapatero no sea un "globo sonda" y vaya acompañada de "hechos". Ramón Rabanera, diputado general de Álava, se alegró de la decisión de el presidente y manifestó que el Impuesto en Álava será similar al de Vizcaya y Guipúzcoa. Por su parte, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, aseguró ayer que los partidos deben pactar para garantizar la autonomía normativa del Concierto.