"Programado para esta semana"

La Consejería de Sanidad envió ayer una carta a EL PAÍS en la que analiza uno a uno los ocho casos de enfermos pendientes de una operación quirúrgica publicados ayer. Elena de Mingo Bolde, directora general de la Red Sanitaria Única de Utilización Pública, titula su carta: "Información veraz y contrastada".

"Una vez más, se ha utilizado un medio de comunicación para sustituir las vías legítimas de reclamación de las que disponen los pacientes...", dice la misiva de la directora general. "Desconozco si la razón es el oportunismo informativo o el político...".

Son los pacientes, sin embargo, quienes voluntariamente a través de cartas y llamadas telefónicas se han puesto en contacto con este periódico para denunciar la situación en la que se encuentran.

En la carta, Elena de Mingo asegura que "habida cuenta de que la Redacción no se puso en contacto con la consejería para contrastar la veracidad", quiere hacer una serie de matizaciones.

La directora general, sin embargo, obvia que en varias ocasiones este periódico ha recabado información sobre algunas denuncias que han llegado a EL PAÍS, pero la consejería se ha negado a facilitar información para no vulnerar la intimidad de los pacientes. Sanidad acusa a este periódico de que "desde una falsedad intencionada se pretenda llevar a cabo un claro desgaste de la gestión de las listas de espera y, lo que es más importante, del magnífico sistema sanitario madrileño".

En todos los casos publicados ayer, Sanidad asegura que está actuando de manera correcta. Aporta fechas y analiza la situación de los pacientes de manera matemática sin tener en cuenta, como se quejan ellos en sus denuncias, su dolor y sus especiales circunstancias personales. También anuncia que algunos de estos enfermos tienen programada su operación para la presente semana. A continuación figura la respuesta de Sanidad sobre cada paciente, aunque lo hace sin facilitar su identidad.

DOS CASOS DE OBESIDAD "No son objeto de lista de espera"

Juan Corredera, de 38 años, terminó de hacerse todas las pruebas preoperatorias, incluido el anestesista, el 22 de agosto. Su peregrinar empezó hace un año: "Estaba muy gordo y los médicos decidieron que tenía que operarme para reducirme el estómago". "Desde entonces llevo esperando. Me dijeron que estuviera preparado porque me llamarían en cualquier momento. Pero no llaman, ni siquiera para ofrecerme un centro alternativo, como a otros", protesta. Juan Corredera espera su reducción de estómago en el hospital Clínico desde hace tres meses. "A ver si la presidenta se atreve a decirme a la cara que nadie espera más de un mes. ¡Yo llevo tres!".

A Lucía Pérez le dijeron que la iban a operar antes del verano también de obesidad mórbida. "Advertí a los médicos del Gregorio Marañón de que no quería que me operaran hasta septiembre". Pérez quería que sus familiares la acompañaran. "Viven en Canarias y hasta entonces no podían venir. Es una operación peligrosa y no quiero estar sola". Los médicos tomaron nota, pero, para su sorpresa, Lucía Pérez recibió la llamada a finales de septiembre. "Dije que no. Me sacaron de la lista".

La versión de Sanidad: "Este tipo de intervención no figura dentro de las sujetas a lista de espera quirúrgica, según la normativa vigente, ya que su complejidad requiere una preparación especial del paciente y del quirófano, por lo que no es posible en absoluto sujetarla a un plazo máximo de días, de acuerdo además con el informe de la Unidad de Bioética de la Consejería de Sanidad. Además, en el caso concreto del primer paciente, el propio médico le advirtió de la necesidad de adelgazar 15 kilos antes de ser operado". En el caso de Lucía Pérez, Sanidad asegura que su demora es voluntaria porque ella aseguró que no quería operarse sin su familia.

UN PROBLEMA DE LÁGRIMAS "No es una técnica quirúrgica"

Soledad Pedrejón llora en su casa de Getafe desde hace tres meses. "Tengo una obstrucción en el lagrimal y no paro de llorar, pero me desespera oír a Aguirre decir que nadie espera más de un mes para operarse", dice. Hace tres meses que Pedrejón, de 80 años, está con este problema. Primero fue al ambulatorio del barrio, luego al hospital de Getafe, luego ha estado muchas semanas esperando por una radiografía... y ahora aguarda a que le den otra fecha para que le pongan un conducto artificial en el lagrimal. Pedrejón está cansada. "Llevo gafas y soy mayor. Es incómodo estar todo el día llorando. El otro día, cuando oí a Aguirre decir en la tele que había cumplido su promesa, lloré aún más".

La versión de Sanidad: "Este proceso no requiere de una técnica quirúrgica, por lo que, evidentemente, nada tiene que ver con el compromiso de los 30 días. De todos modos, la paciente está citada en consulta esta misma semana para que el médico valore la indicación de llevar a cabo este proceso".

CÁLCULOS EN LA VESÍCULA "Está en los plazos previstos"

A Emilio Aldana le dijeron que tenía que operarse de cálculos en la vesícula hace cinco años. Estaba hospitalizado en La Paz esperando que le operaran, cuando el médico que le atendía le explicó que para ese día sólo había programadas dos operaciones... y la suya no era una de ellas. Le dieron el alta, lo mandaron a casa y tuvo suerte: no volvió a sufrir un achaque hasta diciembre de 2004. Entonces comenzó de nuevo su peregrinar por pruebas y especialistas hasta que el 30 de septiembre el cirujano de la clínica de Villaviciosa de Odón le dijo que tenía que operarse. Su cita con el anestesista será el próximo 30 de enero. Según la Consejería de Sanidad, Aldana no está esperando, a pesar de que, como pronto, será operado cuatro meses después de la prescripción del especialista.

La versión de Sanidad: "Según el Registro de Pacientes, será intervenido esta misma semana. En este caso, los plazos se ajustan perfectamente a los comprometidos en la lista de espera quirúrgica puesto que tras los 30 días establecidos como máximo para el preoperatorio, se suman los 30 días para la intervención. A 30 de septiembre, el paciente se encontraba en periodo de valoración preanestésica y, una vez cerrado, entró a computar en la lista de espera y será intervenido en el plazo comprometido".

UROLOGÍA Y MUÑECA "El primero no computa y el segundo está en plazo"

Antonio Micó sabe que se tiene que operar, pero cuándo es toda una incógnita. "Mi problema está muy claro, según los médicos del hospital de la Princesa. No sé qué se considera lista de espera quirúrgica, pero lo que sé es que me tienen que operar". El 3 de noviembre, después de estar unos días ingresado, le diagnosticaron un problema de urología. Le dieron cita de análisis para el 23 de noviembre, y entrevista con el anestesista y el urólogo el 23 de enero próximo. A partir de ese día espera que le den cita para la operación.

Ramón López lleva esperando desde el 22 de agosto a que le operen de una muñeca. Tuvo suerte y sólo tardó dos meses hasta que le recibió el anestesista (el pasado 24 de octubre). La semana pasada le llamaron para darle la buena noticia: le operarán el 23 de noviembre. Justo un día antes de que cumpla un mes desde que vio al anestesista y tres desde que le vio el traumatólogo.

La versión de Sanidad: "El primero de ellos no es actualmente candidato a operación quirúrgica por indicación médica. Aunque no contamos con datos específicos del segundo, todo parece indicar que se trata de un paciente que realizó el preoperatorio a finales de octubre, y su intervención está programada para esta misma semana".

BAJAS VOLUNTARIAS "Rechazaron operarse cuando se les llamó"

Han pasado tres meses desde que Arturo Horta, de 67 años, visitó al anestesista, el último paso después de un proceso preoperatorio de más de siete meses, desde que el cirujano le dijo que tenía que operarse. A él se le ha hecho eterno. "Me tienen que operar del tendón de Aquiles y tengo un dolor... Se me revuelve la tripa cuando escucho que nadie espera más de un mes para que le operen", explica Horta. Su caso no cuenta para la sanidad madrileña porque rechazó operarse en la Fundación Jiménez Díaz. "Llevo con el mismo especialista desde hace tres años y no quería ponerme en manos desconocidas", explica. Cuando rechazó el centro alternativo, Horta recibió una carta de Sanidad en la que le advertía de que renunciaba al compromiso del plazo máximo de espera que hizo la presidenta.

A la sobrina de Lucía Alzacaya, una niña de 14 años deficiente cerebral, la han operado ya tres veces y le queda al menos otra intervención más. "El 29 de marzo fuimos al hospital Niño Jesús. Su médico nos confirmó que tenía que hacerle un alargamiento del talón de Aquiles. No nos han llamado para las pruebas preoperatorias hasta hace unos días. La operarán en menos de una semana. Pero la decisión estaba tomada desde marzo".

La versión de Sanidad: "Respecto a la primera, se trata de una demora voluntaria al rechazar la propuesta de ser operado en el centro asistencial que se le propuso. La segunda presenta dos demoras voluntarias, pero será operada esta semana".