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Ucrania celebra dividida el primer aniversario de la Revolución Naranja

Los jefes de la revuelta popular muestran sus diferencias ante 100.000 seguidores en Kiev

Pilar Bonet

Los héroes de la Revolución Naranja de Ucrania salieron de nuevo juntos a la Plaza de la Independencia de Kiev para conmemorar el primer aniversario de la protesta popular que acabó llevando a Víctor Yúshenko a la presidencia del país. Sin embargo, pese a los llamamientos a la unidad de sus partidarios, el presidente y la ex primera ministra Yulia Timoshenko evidenciaron sus diferencias ante las más de 100.000 personas concentradas en la plaza.

La jornada concluyó con una nota grotesca. La retransmisión del acto en directo por varios canales de la televisión ucrania se cerró con un anuncio simultáneo de propaganda política, en el que Víctor Yanukóvich, el gran derrotado de la Revolución Naranja, prometía devolver "la vida verdadera" a sus compatriotas. Los sondeos realizados de cara a los comicios parlamentarios del próximo marzo, sitúan a Yanukóvich y su partido Regiones en el primer lugar, por delante de Nuestra Ucrania, que agrupa a seguidores de Yúshenko, y el bloque de Yulia Timoshenko.

La jornada de ayer fue declarada Día de la Libertad y fiesta nacional por decreto presidencial, ya que fue justamente en la noche del 21 al 22 de noviembre de 2004 cuando los seguidores de Yúshenko y Timoshenko se lanzaron a la Plaza de la Independencia de Kiev para denunciar el fraude en la segunda y definitiva vuelta electoral, que daba por vencedor a Yanukóvich, el continuador del régimen de Leonid Kuchma. Tras varias semanas de tensión, mítines continuos y mediaciones internacionales, el Tribunal Supremo de Ucrania obligó a realizar nuevas elecciones, que tuvieron lugar el 26 de diciembre y dieron el triunfo a Yúshenko. Éste dirigió el país con Timoshenko, como primera ministra, hasta el pasado septiembre, cuando se produjo el cisma que continúa hasta ahora.

En la plaza, Timoshenko afirmó ayer que las elecciones de marzo equivalen a decidir "quién dirigirá el Estado", ya que, gracias a la reforma constitucional aprobada por el Parlamento, el presidente pierde competencias en beneficio del primer ministro. "De la misma manera que yo y todo mi equipo apoyó a Víctor Yúshenko, os exhorto a uniros en torno a la elección del primer ministro, que encarnará las ideas por las que luchamos", señaló Timoshenko. La Juana de Arco de la revolución manifestó también que Yanukóvich tiene "un 100% de posibilidades" de revancha, gracias al pacto de "reconciliación cívica". Este documento, firmado en septiembre por Yanukóvich y Yúshenko, contempla la amnistía de los que hicieron posible la falsificación de las elecciones. "Los clanes no han sido desmembrados", dijo Timoshenko, refiriéndose a los grupos económicos que gobernaban el país en tiempos de Kuchma. Irritado, Yúshenko se dirigió a los manifestantes cuando éstos jaleaban todavía a Timoshenko y en varias ocasiones perdió el hilo de su discurso. El presidente pasó revista a los "logros" del año transcurrido, entre los que citó el aumento de las pensiones mínimas, la creación de puestos de trabajo y la contracción de la economía negra. En el capítulo de errores, Yúshenko mencionó las medidas tomadas por el Gobierno de Timoshenko, tales como las interferencias estatales en la formación de los precios y la abolición de las zonas económicas libres. El presidente defendió su acuerdo con el antiguo rival como un paso hacia la unidad de Ucrania.

Por un día y hasta cierto punto, los habitantes de Kiev y los muchos forasteros que acudieron a la capital pudieron revivir las ilusiones de hace un año y envolverse en prendas y banderas naranja. En el cruce entre la plaza de la Independencia y la calle Jreschátik se instaló un campamento y se repartió comida preparada en cocinas de campaña. Mientras tanto, en Donetsk, capital de la región minera oriental de Donbás, y en Sinféropol, la capital de Crimea, se organizaron mítines en contra de la Revolución Naranja.

Por otra parte, la secretaria de Prensa de Yúshenko, Irina Geráshenko, manifestó ayer que "el resultado de unos análisis de muestras de sangre" del presidente "muestran la presencia de dioxina en el organismo" del mismo, restos del intento de asesinato que sufrió. Los análisis fueron realizados por los órganos de orden público dentro de una investigación médica forense y deben ser entregados a la fiscalía del Estado.

Yulia Timoshenko abraza al presidente,  Víctor Yúshenko, ayer en Kiev.
Yulia Timoshenko abraza al presidente, Víctor Yúshenko, ayer en Kiev.AP

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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