Israel bombardea el sur de Líbano en represalia a un ataque de Hezbolá

La represalia de la aviación israelí contra la milicia chií libanesa de Hezbolá fue ayer inmediata y contundente. Un portavoz del Ejército informó de que los militares bombardearon y destruyeron un puesto de la organización fundamentalista en Gayar, a escasos metros de la frontera. Cuatro activistas murieron en el ataque.

La víspera, los milicianos de Hezbolá lanzaron cohetes contra cuarteles del norte de Israel e hirieron a ocho militares, dos de ellos de gravedad, y a tres civiles. También trataron de infiltrarse para capturar a uniformados judíos y dispararon contra soldados en las granjas de Chebá, un territorio ocupado por Israel en la zona limítrofe con Líbano y Siria.

Los incidentes armados en la conflictiva frontera son los más graves desde que en 2000 Israel se retirara, tras 22 años de presencia militar en Líbano, que ayer celebraba el 62º aniversario de su independencia.

Al ataque contra la milicia chií en la aldea de Gayar siguió el lanzamiento de un misil contra Abaise, otro pueblo muy cercano a la frontera donde la presencia de Hezbolá es abrumadora. Sin embargo, un portavoz de este movimiento negó esta versión y aseguró en cambio que se había tratado de la explosión fortuita de un proyectil que quedó abandonado tras la retirada israelí, hace cinco años.

El ministro de Defensa, Saúl Mofaz, aseguró anoche que si Hezbolá continúa con sus ataques, Israel "sabrá ajustar las cuentas" a la organización fundamentalista y "a quienes les envían", en evidente referencia a Siria e Irán, países a los que el Gobierno israelí acusa de fomentar las incursiones de los guerrilleros libaneses.

Las granjas de Chebá ocupadas por Israel son reclamadas por Líbano como parte de su territorio, y Hezbolá asegura que la retirada israelí de este país, que se produjo en mayo de 2000, no se ha completado.

El secretario general de la ONU, Koffi Annan, culpó ayer al Gobierno libanés de haber desatado el mayor conflicto bélico desde que Israel se retiró del sur del Líbano hace cinco años. Annan declaró a través de un portavoz que las fuerzas armadas de la ONU han tenido que intervenir para impedir una escalada mayor de los enfrentamientos, informa Reuters.