El nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó afectará a 16 municipios y a espacios protegidos

El nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, que partirá del final del río y enlazará con los últimos tramos del proyecto original desechado por el Gobierno, afectará a 16 municipios y a varios espacios protegidos. La memoria resumen del proyecto defiende que el cambio de trazado garantizará el agua necesaria para las comarcas alicantinas, describe la obra, su coste y los impactos ambientales. El documento abre el proceso de redacción de la declaración de impacto, que deberá evaluar la afección a zonas protegidas y proponer, en caso de ser positiva, las medidas correctoras.

La Sierra de Corbera se atravesará en túnel para reducir los daños al medio ambiente

El ministerio ya ha remitido la memoria resumen del anteproyecto técnico del nuevo trazado del trasvase Júcar-Vinalopó a los 16 ayuntamientos afectados, la Generalitat, la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, y a las asociaciones o grupos ecologistas interesadas en el proceso. La memoria destaca los aspectos medioambientales de la obra, ya que la consulta es el paso previo para la elaboración de la declaración de impacto ambiental. Los organismos y entidades afectadas tienen un plazo de 30 días hábiles para remitir sus objeciones o sugerencias, que también tendrán cabida en la posterior exposición pública.

La memoria elaborada por la empresa estatal Aguas del Júcar, SA, encargada de ejecutar la obra, recuerda sucintamente que la comisión técnica que revisó el proyecto original concluyó en enero pasado que éste no ofrecía "garantía" de caudales para el trasvase y la "imposibilidad" de ceder 80 hectómetros cúbicos anuales del río Júcar a las comarcas alicantinas. La alternativa, con la toma del agua al final del río, en el Azud de la Marquesa, tampoco ofrece la cantidad máxima esperada, por lo que los 39,4 hectómetros cúbicos anuales disponibles deberán completarse hasta alcanzar entre 70 y 80, según una de las propuestas, con el agua que vierten las golas de L'Albufera al mar, que sustituirá al final del río el caudal que se detraiga para la transferencia.

El nuevo trazado se adentra desde el Azud de la Marquesa "con una longitud mínima" -1,5 kilómetros- en la zona húmeda protegida del Marjal y Estany de la Ribera Sur del Xúquer y discurre después paralelo a caminos rurales hasta alcanzar la Sierra de Corbera, donde será necesaria la construcción de un túnel para minimizar la afección a este Lugar de Interés Comunitario (LIC). En Barxeta está previsto un segundo tramo en túnel, y otro junto al barranco de Ferrer, hasta alcanzar el LIC del Curs Mitjà del Riu Albaida, otro espacio protegido. Las obras en este punto precisarán de "un estudio detallado" para encontrar el punto de paso que menos dañe al ecosistema. Otro túnel atravesará después la Serra Grossa para desembocar en una balsa de regulación en Canals. A su paso por La Costera, la elección del trazado se ve complicada por el cruce del río Cànyoles, las zonas urbanizadas y el ferrocarril Valencia-Albacete, entre otras infraestructuras, por lo que se prevén varias soluciones hasta conectar finalmente la obra a través del valle de Montesa con el tramo V actual en la Font de la Figuera, donde la conducción coincide ya con el proyecto original. En el caso del Cànyoles, Aguas del Júcar prevé construir un acueducto, y en otros puntos las infraestructuras existentes se cruzarán mediante hincas. En total, un trazado de 82,89 kilómetros, de los cuales 13,13 discurren por túneles, con cinco balsas de regulación y otras tantas estaciones de bombeo.

La obra acarreará la expropiación de 299.175 metros cuadrados en nueve municipios. Las localidades que deberán ceder más terreno son Llaurí (76.653 metros cuadrados) y Simat de la Valldigna (30.176). La mayor parte del suelo es agrícola, especialmente naranjos (152.534), y matorral (133.127). La memoria también detalla los costes de los distintos elementos del trasvase, para el que se calcula un presupuesto de licitación de 203.062.585 euros, que subirá a 222.979.927 euros con las expropiaciones y la dirección de obra. Estas cantidades se suman a los cerca de 100 millones de euros ya desembolsados en los tramos finales del trasvase, que se mantienen, y en la estación de bombeo de Cortes de Pallás, que ya no utilizará la transferencia. El plazo estimado de la nueva obra es de 18 meses.

La memoria explica también que "los principales impactos previstos se producirán en la fase de obra" y serán "temporales". El documento advierte de que la obra afectará a la vegetación, fauna, sobre todo aves rapaces, y a numerosos yacimientos arqueológicos próximos, por lo que deberán tomarse medidas durante los trabajos -por ejemplo en relación con la nidificación- y correctoras de estos perjuicios.